por Danilo Araneda – Colaborador de UTE-NOTICIAS - 3 Enero 2021
Hace algunos días, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), publicó las cifras de empleo correspondientes al trimestre octubre-noviembre-diciembre 2020[1].
Los datos que entrega el organismo debieran constituir fuente de alarma pública, especialmente entre quienes hoy despliegan sus campañas para la Convención Constitucional o las próximas elecciones municipales. Por su importancia esta información debería constituir preocupación primordial de los medios de comunicación, en especial porque arroja luz sobre otra silenciosa pandemia –la cesantía y los bajos ingresos- que agobia a la población.
Esto lo experimentan hoy en carne propia los 230 trabajadores[2] despedidos por el consorcio periodístico COPESA, que deja de imprimir las versiones en papel de La Cuarta, y las revistas Paula y Más Deco. Como nota al margen, que amerita un artículo aparte, los propios trabajadores despedidos denuncian que esta medida, “dejará solo a El Mercurio como diario nacional, provocando un gran sesgo de información para el país”.
Sin embargo, si nuestros lectores, revisan las fuentes oficiales, no encontrarán mayores referencias a la información del ente estadístico.
¿Qué nos dicen estas cifras? Lo primero es que, más allá de tecnicismos, si bien la fuerza laboral del país está compuesta por poco más de diez millones de habitantes[3], en la práctica hoy más de 2 millones 800 mil personas se encuentran sin trabajo. Esto significa que, de acuerdo al ente estadístico, 3 de cada 10 chilenos actualmente no tiene trabajo, es decir, carece de ingresos para hacer frente a la Pandemia y a la crisis económica que enfrenta el país. La situación es particularmente grave en las regiones de Coquimbo, Metropolitana, Valparaíso y Atacama.
Sin embargo, el cuadro es aún más complejo al observar las cifras con más detalle. La categoría de “ocupados” incluye también a aquellas personas que se han visto obligadas a acogerse a la Ley de Protección del Empleo, lo que no es más que otra forma encubierta de cesantía. Al sumar estas personas, el universo total de cesantes se eleva a casi un 28%, es decir, casi un tercio de los trabajadores. Como siempre, los más afectados son las mujeres y los más jóvenes.
Un dato que también escasamente se menciona: los bajos salarios que percibe casi el 80% de la población. De acuerdo a la Fundación Sol, uno de cada cinco trabajadores gana más de 800 mil pesos líquidos. La mitad de ellos (50%) percibe salarios menores a 400 mil pesos líquidos. El lector podrá convenir con nosotros que con estos ingresos es imposible el sustento básico de una familia de 4 personas, que debe pagar por agua, luz, gas, telefonía, transporte, salud y educación.
Si sumamos a ese 50%, con ingresos que apenas alcanzan para sobrevivir, al total de los desocupados, que carecen de todo ingreso, tenemos que el universo de trabajadores chilenos afectados se eleva casi a 6,5 millones de trabajadores, o tres de cada cinco asalariados.
La demanda URGENTE de la mayor parte de la ciudadanía es hoy por trabajo y salarios dignos. El ignorar esta realidad solo incrementa las posibilidades de una incontenible explosión social.
[1] INE. Encuesta Nacional del Empleo. Principales resultados trimestre móvil octubre-noviembre- diciembre de 2020. 29 enero de 2021. https://www.ine.cl/docs/default-source/prensa-y-comunicacion/presentaci%C3%B3n-cifras-ene-trimestre-m%C3%B3vil-octubre-diciembre-de-2020-a-periodistas.pdf?Status=Temp&sfvrsn=5879f75c_6
[2] El Sindicato 3 de COPESA informa que fueron 194 los trabajadores despedidos en la jornada del 29 de enero, cifra que se incrementará a 230 en el mes de marzo.
[3] Se incluyen aquí también las personas que, a pesar de que desean trabajar, no han podido conseguir empleo.