Por The Times En Español - Publicado en abril 27, 2021
El presidente de Chile Sebastián Piñera sufrió una dura derrota este martes, cuando el Tribunal Constitucional rechazó la impugnación presentada por su gobierno contra la ley que permite un tercer retiro de hasta 10% de los fondos de pensiones. “Sin perjuicio de no compartirla”, el Jefe de Estado se vio obligado a firmar la promulgación.
Piñera tiene un estilo de gobierno perjudicial ante la crisis del país. Tarda en tomar decisiones, porque evalúa los antecedentes utilizados por sus ministros, convencido que sabe más que ellos. No por nada es considerado un títere de Cristián Larroulet.
La fotografía de su escritorio en La Moneda, colmado de numerosas y gruesas carpetas, muestra a un jefe de Gobierno abrumado, que se inmiscuye en todos los asuntos de la administración.
Subestimó el peligro del coronavirus y sobreestimó la capacidad del Estado chileno para enfrentarlo, se apresuró a anunciar la vuelta a la normalidad con las «Fronteras Aéreas sin cerrar», “retorno seguro” y «permisos de vacaciones», decisión que llevó al aumento exponencial del número de contagiados y fallecidos, poniendo a Chile
La reforma constitucional que permite el retiro del 10% de los fondos de pensiones es un hecho político de la mayor importancia. Lo es, porque permitirá a millones de chilenos utilizar una parte de sus ahorros para aliviar sus apremiantes necesidades económicas provocadas por el COVID-19, ya que las ayudas sociales son pocas y no llegan a todos los chilenos, por que ganar más de un Millón de pesos en el programa de medición de la pobreza –Registro social de hogares- te sitúa entre el 90 y 100 % más rico del país, dejando a miles fuera de cualquier contribución estatal.
Por siete votos a favor y tres en contra, el pleno del Tribunal Constitucional resolvió “no acoger a tramitación el requerimiento” presentado por el gobierno, contra la ley que despachó el viernes el Congreso con el apoyo de varios congresistas de derecha, parte de la coalición del gobierno.
“El presidente Sebastián Piñera se ha disparado en los pies; ha cometido un error histórico”, señaló el diputado opositor del partido de centro izquierda PPD, Raúl Soto, una vez que trascendió la votación del Tribunal.
El 30 de diciembre el Tribunal Constitucional había fallado en contra de una iniciativa similar, que planteaba un segundo retiro de fondos de pensiones y que fue impugnada también por el gobierno conservador, pero terminó por concretarse tras la presentación de un proyecto similar del propio Ejecutivo. En esa oportunidad, el tribunal conservador no entregó las razones del fallo.
Pero el juez Iván Aróstica había adelantado que hoy “hay cambios no solo en situaciones fácticas; se han agravado las medidas de salubridad, hay resoluciones, hay leyes y está la propia sentencia del Tribunal Constitucional”.
De esta forma, la presión social y ciudadana, como también la articulación de la Oposición en torno a un fin común, obligó al baluarte del pinochetismo a dar un vuelco en sus votaciones, cuyo resultado fue la paliza a Sebastián Piñera.
Enfrentamiento con el Congreso
La puja entre el presidente Piñera y el Congreso tiene como telón de fondo las cinco semanas de cuarentena en gran parte del país y el resurgimiento de protestas ante la tardanza y exceso de requisitos para optar a las ayudas sociales.
La oposición recrimina a Piñera que las ayudas han sido pocas, selectivas y tardías para la magnitud de las cuarentenas prolongadas que han impactado en el bolsillo de muchos chilenos de niveles socioeconómicos medios y bajos, en una postura a la que han adherido amplios sectores de su coalición de gobierno.
En respuesta a la iniciativa opositora, Piñera reiteró este martes que presentará una nueva alternativa que busca subsanar los vacíos que a su criterio deja la ley original, y por ello mantuvo su propuesta para la entrega de un bono de 200.000 pesos (285 dólares) para unos tres millones de personas, que quedaron con sus cuentas en cero con los dos retiros anteriores autorizados en julio y enero.
Fuerte derrota
Sin intentar un acuerdo previo con la oposición, la estrategia de Piñera acentuó la profunda crisis institucional y política que enfrenta su gobierno, dijo el académico Marcelo Mella, de la Universidad de Santiago.
“El modo de tomar decisiones es un modo no sólo tecnocrático, sino que también extremadamente elitista, con poca conversación, y parte del malestar que caracteriza a la sociedad chilena hoy día es la demanda de una democracia donde los destinatarios de las políticas sean más considerados”, afirmó Mella a la AFP.
Con una popularidad en el nivel más bajo para un mandatario desde el retorno a la democracia (9%), Piñera ha perdido incluso el apoyo de sus aliados.
En Chile Vamos los dardos apuntaron hacia todas las direcciones. Varios personeros oficialistas coincidieron en que había sido una derrota del Comité Político. Pero también, que la culpa era compartida y que había un problema que resolver dentro de las mismas colectividades.
“Varias veces dijimos que el Gobierno corría un tremendo riesgo llevando esto al Tribunal Constitucional, porque era muy probable que sufriera una derrota. Lo que corresponde ahora es promulgar el proyecto que se aprobó en el Congreso”, había advertido Mario Desbordes, precandidato derechista a la Presidencia.
Hoy el Presidente se transforma en la burla nacional e internacional. A este punto de no retorno, suma también a quienes -en un acto de lealtad- manifestaron su apoyo: los ministros firmantes de una vergonzosa carta con faltas de ortografía y, también, los candidatos presidenciales de Chile Vamos.
Estos últimos, se prestaron para el show de los anuncios. Uno de ellos, Joaquín Lavín, incluso promovió la idea de un retiro de fondos de cesantía; todo con tal de proteger a las amadas AFP. Hoy, el ex Chicago Boy, junto a Evelyn Matthei, Sebastián Sichel y Mario Desbordes juegan a ser Pilatos, desentendiéndose de dicho apoyo y enseñando al país lo que significa un lavado de manos.
GENTILEZA DE THE TIMES EN ESPAÑOL