16 de diciembre 2021 – LA, RED
La posibilidad de que el candidato del Frente Social Cristiano no reconozca los resultados del domingo, trae a la memoria la estrategia “de manual” ocupada por la ex candidata de derecha peruana, la que acusó “fraude electoral” al ver que iba perdiendo en el conteo de votos. Mismo discurso ocupado por Donald Trump en las elecciones frente a Joe Biden. Lo curioso es que en el año 2000 nadie recurrió al Tricel cuando Ricardo Lagos ganó frente a Joaquín Lavín por solo 180.000 votos.
Ni siquiera han ocurrido las votaciones de segunda vuelta entre Gabriel Boric y José Antonio Kast y ya hay personas que están poniendo en duda los resultados de las elecciones.
Uno de ellos fue el presidente de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, quien se puso el parche antes de la herida y no descartó recurrir al tribunal electoral.
“Esta elección va ser estrecha. Cuando hablo de estrecha quiero decir que, incluso, puede que esto no se resuelva el domingo, que la diferencia sea tan minúscula que finalmente esto pueda ir a los tribunales electorales”, dijo en conversación con Radio Agricultura.
Sus declaraciones no dejan de sorprender, ya que es su mismo sector el que hace meses viene diciendo que la elección está abierta y que no hay ningún claro ganador, incluso cuando las encuestas ponían a Sebastián Sichel como seguro candidato que pasaría a segunda vuelta con Boric.
Por su parte, la carta del Frente Social Cristiano, no descartó la opción de recurrir al Tricel. “Siempre nosotros hemos señalado que tenemos una justicia electoral y en muchos casos las elecciones se han definido a nivel distrital y a otras instancias en nuestro tribunal electoral”.
“Es parte de nuestro sistema electoral, por tanto, si la diferencia fuera muy ajustada, claramente cualquiera de los dos candidatos puede hacerlo”, señaló.
Cabe recordar que, en la elección del año 2000, Ricardo Lagos superó en segunda vuelta a Joaquín Lavín por menos de tres puntos, es decir, por un poco más de 180.000 votos. En esa ocasión nadie habló de recurrir al tribunal electoral o de no reconocer los resultados. Por el contrario, se destacó lo impecable de los comicios y la ya clásica frase “ganó la democracia”.
Es por ello que tras escuchar las declaraciones de Chahuán, apoyadas por Kast, es inevitable pensar en Keiko Fujimori, la candidata de derecha que al ver que iba perdiendo frente a Pedro Castillo acusó “fraude electoral”
Esta forma de actuar ante elecciones adversas parece de manual, ya que el mismo discurso se le escuchó a Donald Trump, cuando compitió ante Joe Biden.
Según Fabián Padilla, fundador de Fast Check, es una forma de operar en política que ya se ha visto en los casos de Trump en Estados Unidos y Bolsonaro en Brasil, donde el origen se da por la falta de educación donde la gente “no sabe diferenciar un hecho de una opinión”.
“Pasa que aquellos que tienen bajo nivel de escolaridad, es decir, adultos mayores y niños o jóvenes, son los que sufren más al no poder diferenciar un hecho de una opinión. Las confunden y al confundirlas creamos este fenómeno que es la posverdad”, explica.
“La posverdad, es, en definitiva, cuando los datos objetivos pesan menos que la opinión del público”, agrega.
Padilla afirma que, lamentablemente, “la desinformación llegó para quedarse”, ya que hasta ahora el mentir o difundir una noticia falsa no tiene costo.
Es lo que se ha podido ver en los últimos días, por ejemplo, con el test de drogas de Gabriel Boric. El dato verificable, en este caso el examen de la Clínica Christus UC, pesó menos que la opinión personal de las personas, ya que inmediatamente los usuarios comenzaron a poner en duda el documento y no terminaron no creyendo en los hechos.
Como dice Padilla, lamentablemente, “los datos objetivos pesan menos que la opinión del público”.
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