Por Tomas Ireland - 24 De febrero 2022 – Ex Secretario General De La Universidad Técnica Del Estado
El grave conflicto en Ucrania tiene sus raíces en hechos históricos recientes que los medios de comunicación y los gobiernos del Oeste ocultan cínicamente con objetivos claramente políticos. Por ejemplo, los medios de comunicación de este lado hablan de la “anexión” de Crimea a Rusia, como si esto hubiese sido un acto unilateral del gobierno del presidente Putin. No hay mención del hecho de que hubo un referéndum sobre el Estatuto de Crimea celebrado el 16 de marzo de 2014 en la República de Crimea y el gobierno local de Sebastopol.
El referéndum preguntó a las poblaciones locales si querían unirse a Rusia o si querían restaurar el estatus de Crimea como parte de Ucrania. El resultado oficial de la República Autónoma de Crimea fue un voto del 97 por ciento para la integración de la región en la Federación Rusa con una participación del 83 por ciento en las elecciones. Lo mismo ocurrió en la consulta en Sebastopol hubo un voto del 97 por ciento para la integración con la Federación Rusa con 89 una participación electoral del por ciento de la población. Es importante mencionar aquí que Sebastopol desde su fundación en 1783, ha sido una base importante para la Flota del Mar Negro de Rusia.
La posición de Rusia entonces fue muy clara. Putin expresó entonces que, si esto no hubiera ocurrido, “habría significado que la armada de la OTAN estaría allí misma en el importante puerto militar ruso de Sebastopol, y esto habría creado no sólo una amenaza ilusoria sino perfectamente real para todo el sur de Rusia”. La pregunta es entonces es: ¿qué hubiera sucedido si la Estación Naval de Norfolk, la base naval de USA más grande del mundo, hubiera sido amenazada por otro país?
La transición de Ucrania del socialismo al capitalismo ha sido desastrosa en un escenario de capitalismo salvaje como en Chile. Los nuevos oligarcas se han beneficiado de la corrupción y del caos político en Ucrania en las últimas dos décadas. La privatización de la economía ha permitido que un grupo de empresarios corruptos haya llegado a tener una riqueza obscena. ¿Suena familiar? Rinat Ajmetov por ejemplo tiene una fortuna estimada en 15.400 millones de dólares y ocupa el número 47 en la lista de multimillonarios de Forbes. Es el dueño del club de fútbol Shajtar Donetsk y es el mayor accionista en la minería en la región de Donbass, al este de Ucrania ¿Suena familiar? En 2011, pagó 136 millones de libras por un apartamento en Londres, la propiedad más cara jamás comprada en Gran Bretaña. Durante mucho tiempo ha sido considerado como el poder detrás del trono y fue clave en asegurar la subida de Yanukovich al poder.
Tomas Ireland - UTE-NOTICIAS