por María Arriagada 18 julio, 2022 – EL MOSTRADOR
Distintos dirigentes estudiantiles coinciden en que ciertas contingencias, en especial la pandemia, han contribuido a adormecer al movimiento estudiantil, ese que fue clave en instalar un clima de impugnación del modelo a partir de 2011. Sin embargo, en medio de una baja en la participación de los estudiantes en los espacios políticos –y con una Universidad de Chile sin federación de estudiantes desde 2019, al igual que la Universidad de Valparaíso–, la presidenta de la FEUC, Maite Estay, fue enfática en afirmar que “este año propusimos rearticular el movimiento estudiantil y hacernos cargo de las necesidades inmediatas y básicas del estudiantado, con miras a lograr una reorganización de fuerzas que trascienda a esas necesidades, y que se aboque a lo fundamental, que es la transformación de la educación”. Pero no es lo único: los distintos dirigentes de la Confech comienzan a mirar al plebiscito del 4 de septiembre como ese evento que contribuiría a reposicionar al movimiento estudiantil, uno que parece más inclinado en favor del Apruebo. “Aquí no sirve ser tibios, hay que tomar una postura”, aseguró la expresidenta de la Feusach, Noemí Quintana.
Tras una votación realizada el 2 de julio, y a 65 días del plebiscito convocado para el 4 de septiembre con el fin de aprobar o rechazar la propuesta de nueva Constitución, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) decidió apoyar la opción del Apruebo. “Somos conscientes de que, para que todo este esfuerzo valga la pena, es necesario movilizarnos”, comunicaron. Una semana después, la organización estudiantil decidió, tras llevar a efecto un plenario, que participarán en todos los espacios por el Apruebo a los que sean invitados. No podría ser de otra manera, considerando el rol que han desempeñado en las movilizaciones registradas en la última década, periodo en que se convirtieron en actores clave en el proceso de impugnación del "modelo" instalado en dictadura.
Los estudiantes saben que han estado sumidos en un profundo letargo este último tiempo, pese a que este 11 de marzo de 2022 fue un exdirigente estudiantil, Gabriel Boric (36), quien arribara al Palacio de La Moneda tras haber asumido como Presidente de la República. Diez años antes, en 2012, asumía ese mismo mes la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y más tarde la vocería de la Confech. Esto, después de que Camila Vallejo, actual ministra de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), estuviera un año a la cabeza de los estudiantes de la "Casa de Bello" y quedara como vicepresidenta tras un intento de reelección.
“Ustedes han estado atornillando al revés con la educación. Han seguido el negocio en la educación”, le enrostraba Boric en 2013 al entonces Presidente Sebastián Piñera, en una visita que el ex Mandatario efectuó a Punta Arenas. “Llegamos al Congreso desde distintas militancias, pero con la convicción de luchar por la educación y construir un país más justo. Hoy nos toca asumir la tarea de acompañar a nuestro Presidente Gabriel Boric en medio de un proceso constituyente histórico”, señalaba este año la ministra de la Segegob, Camila Vallejo.
“Ocho años después Giorgio Jackson pelao, y yo con canas”, escribió la ministra vocera durante la ceremonia en que Boric asumió como Mandatario. Esto junto a una foto que se tomó con el hoy ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), uno de los fundadores de Revolución Democrática (RD). La frase daba cuenta de la evolución de estas trayectorias vitales, y para los actuales dirigentes estudiantiles puede simbolizar aquello que más los ha alejado de la conversación política contingente, del mismo modo que lo ha hecho la pandemia.
¿En qué están los estudiantes? Reconocen los consultados por El Mostrador que el movimiento está debilitado. El 17 y 18 de agosto de 2020 se llevaron a cabo las elecciones de la FECH –fundada en 1906– para el período 2021, por primera vez de manera online a causa de la situación sanitaria, y por segundo año consecutivo no alcanzaron el quórum. Solo el 14,33% de los alumnos habilitados para participar del proceso emitió su voto (4.562 sufragios válidamente emitidos). Un año antes, tampoco se habían alcanzado los votos suficientes para levantar una federación, pero sí para que la cabeza la asumieran las tres primeras mayorías. Se trataba de la actual diputada Emilia Schneider (Comunes), Nicole Martínez (RD) y Millaray Huaiquimilla (Juventudes Comunistas).
En 2021 no hubo elecciones y en su lugar se levantó, en 2022, una mesa interina creada por el total de los presidentes de los centros de alumnos de las facultades al interior de la Universidad de Chile. Estos debían elegir una mesa coordinadora, instancia que, por el momento, no se ha podido conformar.
De hecho, la primera protesta tras el inicio de la pandemia que convocó la Confech fue el 25 de marzo –a dos semanas de la llegada de Gabriel Boric a La Moneda–, donde con la consigna “a puro pan, a puro té, ¡así nos tiene la Junaeb!”, pedían, entre otras cosas, una modificación en la Beca de Alimentación para la Educación Superior (BAES), ya que “$32 mil mensuales significan $ 1.600 diarios para comer”. Puntualizaban que era insuficiente el aumento progresivo que propuso el Gobierno de $ 5.000.
“Era la primera marcha que convocamos pospandemia, entendiendo que no se había acabado, sino que se estaba intentando volver a una nueva normalidad”, describió la expresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago (Feusach) y otrora vocera de la Confech, la independiente Noemí Quintana, exestudiante de Arquitectura y que actualmente cursa el máster integrado en Diseño Arquitectónico.
“Nos pesa el no habernos abocado a todas las aristas del proceso constitucional”, aseguró la actual vocera de la Confech, Maite Estay. La además presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), es estudiante de Ingeniería Civil, donde milita en la Nueva Acción Universitaria, movimiento del que nació Revolución Democrática, uno de los partidos clave de la coalición de Gobierno.
Señaló a la pandemia como uno de los fenómenos que ha afectado al movimiento estudiantil. “Los retrocesos padecidos ante la difícil situación económica producida por la crisis sanitaria de la pandemia, hicieron que muchas demandas retrocedieran a lo inmediato”. Explicó que en ese contexto económico vieron necesario profundizar su participación en la lucha BAES. Agregó que, en medio del “retorno a la normalidad”, ocurrieron sucesos como hostigamiento e intoxicación de estudiantes en el Metro, lo que los llevó a enfocarse también en la seguridad en el camino a los campus y la vuelta a casa.
“Ahora, claramente nosotros también queríamos participar del proceso de la Convención Constitucional”, subrayó. Y añadió que apoyaron una Iniciativa Popular de Norma sobre la educación, y entregaron volantes fuera de la sede de la Convención en apoyo a esta. “A pesar de lo difícil del contexto que nos tocó afrontar como Confech, logramos dedicar nuestros esfuerzos a consagrar una demanda histórica de les estudiantes en Chile, que es la educación pública, gratuita, de calidad y no sexista”.
Noemí Quintana, la expresidenta de la Feusach, aseguró que durante el año en que fue vocera de la Confech estuvieron siguiendo el proceso de la Convención Constitucional, especialmente a través de los convencionales de Movimientos Sociales Constituyentes (MSC) –como las antes constituyentes Alondra Arellano y Janis Meneses–, acudiendo a encuentros de este grupo y apoyando sus Iniciativas Populares de Norma. Sin embargo, tal como la presidenta de la FEUC, explicó que igualmente había que “estar resolviendo situaciones de la contingencia”, como es la lucha BAES y la seguridad en el camino a los campus.
Quintana describió que en la Feusach de su período (hasta junio de 2022) –integrada solo por independientes– se sentían más identificados con MSC que con los colectivos al interior de la Convención pertenecientes a partidos políticos, y ello porque “los movimientos sociales van con banderas de lucha por temáticas. Por ejemplo, yo me he sentido muy convocada por la Coordinadora 8M, que aborda todos los problemas que tenemos hoy desde una perspectiva de género, feminista”.
“Me hizo el clic entenderlo así cuando empiezo a ver, en mi profesión de arquitecta, que es distinto aplicar mi carrera con una perspectiva de género. El que a lo mejor mis compañeros hombres no vean que el recoveco en una calle, por ejemplo, podría ser un factor de miedo para las mujeres en la calle, creo que es lo mismo en la política. Entonces, el trabajo entre organizaciones sociales con el acento en diferentes temáticas es un trabajo mancomunado con miradas desde diferentes áreas”, detalló.
Al interior de la Usach, estudiantes que estuvieron muy activos en las protestas de 2019, señalan como problemática la federación de ese año, que estaba vinculada a partidos del Frente Amplio, en específico a Revolución Democrática. Según comentan algunas fuentes, hubo desencuentros al interior del grupo y renuncias acusando falta de probidad y poca transparencia de la directiva. Noemí Quintana y otros estudiantes aseguraron que desde ese año ha crecido entre los estudiantes la desafección hacia los movimientos políticos y se ha producido un alza de dirigentes que se denominan "independientes".
Rearticulando la Confech
“Este año propusimos rearticular el movimiento estudiantil y hacernos cargo de las necesidades inmediatas y básicas del estudiantado, con miras a lograr una rearticulación que trascienda esas necesidades, y que se aboque a lo fundamental, que es la transformación de la educación”, aseguró Maite Estay, vocera de la Confech.
De acuerdo con la estudiante de Ingeniería UC, es natural que la Confech se haya inclinado por el Apruebo, ya que “nació en pleno albor de las movilizaciones sociales que se empezaron a levantar en contra de la dictadura en el año 84, buscando no solo recuperar la democracia, sino también satisfacer las demandas que aún se encuentran vigentes y que hoy están contenidas en una propuesta de nueva Constitución”.
GENTILEZA DEL MOSTRADOR