Por Carlos Guillermo Daroch Varas – 07 de marzo 2022 – PARA UTE NOTICIAS
Empiezo por decir que son muchos los aportes de Chile a Colombia a través de más de dos siglos de historia común, en algún texto de historia se mencionaba el hecho que en las batallas decisivas por la independencia de américa y con la conducción de Bolívar oficiales venidos desde el sur habían combatido y con valor. Podemos mencionar también, que el ejército y la policía colombiana deben en parte, su formación a instructores chilenos que contribuyeron a su institucionalización. Este pequeño preámbulo sirve para decir que Colombia observa y se apropia de los hechos políticos y sociales que se suceden en Chile para replicarlos acá.
A partir del hecho político del estallido social en Chile (octubre de 2019), Colombia se agita y se dio a la tarea de comprender que estaba pasando en el sur del continente. La juventud colombiana que venía en un proceso de repolitización apoyando firmemente el proceso de paz, retoma la discusión política y de ahí nacen nuevos liderazgos, una nueva agenda política se toma el quehacer en las barriadas, en las universidades y salen a la calle a mover el espectro político en el llamado paro nacional de 2021. Al igual que en Chile, este movimiento social de descontento dejo un reguero de sangre y represión, pero abre la discusión sobre la desigualdad y la exclusión social y económica.
Hay problemas urgentes para resolver, el deterioro de la seguridad en todo el territorio nacional (guerrillas – delincuencia común), pobreza extrema, son temas que marcan el debate electoral, aunado al hecho que el desgobierno de Ivan Duque ya se encuentra de salida y su agenda de este último año han sido las relaciones internacionales viajando con delegaciones numerosas (más de 100 personas) a diferentes encuentros que la mayoría de ellos no tienen gravitación internacional.
Ad portas de la elección parlamentaria del 13 de marzo de 2022, donde la mecánica electoral nos propone participar en las consultas para elegir el candidato presidencial de los distintos partidos. El país se enfrenta a una crucial decisión, renovar o no el congreso que de lejos es la institución más desprestigiada en la opinión pública, para estas elecciones parlamentarias del 13 de marzo y las presidenciales del 29 de mayo de 2022, se formaron tres coaliciones políticas más unos candidatos a la presidencia que van en solitario. Es decir, Oscar Iván Zuluaga es candidato presidencial por el partido de gobierno Centro Democrático, fundado por Álvaro Uribe Velez. Candidatura que no gozo de la simpatía de muchos de sus copartidarios.
Ingrid Betancourt, quien vivió secuestrada por las Farc durante más de 6 años, volvió a país y ayudo a crear la coalición Centro Esperanza para finalmente terminar rompiendo con ellos por aceptar el apoyo electoral de políticos vinculados a la vieja usanza mañosa de hacer política mezclando todo tipo de corrupción. Lanzándose ella a una carrera por la presidencia con el aval de su movimiento Verde Oxígeno.
Otro precandidato presidencial Rodolfo Hernandez, es el llamado por los medios de comunicación “el Trump colombiano” ex Alcalde de Bucaramanga, ciudad capital del Departamento de Santander, Ingeniero de profesión, que tiene a su haber sanciones administrativas por insultar el Cabildo de su ciudad, pegarle cachetadas a un Concejal. Promete acabar con la corrupción, la guerrilla y también el narcotráfico.
La Coalición Centro Esperanza que como su nombre lo indica, es la confluencia de varios tintes políticos de centro, que presentan sus precandidatos a la presidencia. Movimiento ambiental Verdes, una fuerza añeja de la izquierda, Moir, un grupo de liberales, los independientes (que no son) y los académicos, Alejandro Gaviria, ex Ministro de Salud, ex Rector de una importante universidad privada y Sergio Fajardo Docente universitario y que ya ha ocupado puestos de elección popular como Alcalde de Medellín y Gobernador de Antioquia, ex candidato presidencial quienes dicen tener la fórmula para arreglar al país.
Otra Coalición es el Equipo por Colombia que agrupa a sectores de la derecha colombiana y que está representada por ciudadanos que ya han ocupado cargos públicos como congresistas, ministros, gobernadores y alcaldes. (Medellín y Bogotá).
El Pacto Histórico es la Coalición que más se parece a Colombia, están los afrodescendientes representados por la precandidata presidencial Francia Márquez, abogada defensora de DD HH, quien tiene grandes reconocimientos a nivel internacional. Se encuentra la etnia Wayuu representada por una lideresa Arelis Uriana quien es su precandidata presidencial, las comunidades cristianas tienen como precandidato presidencial al Pastor Alfredo Saade, Camilo Romero como precandidato por el movimiento Verdes por el Cambio, y el mas opcionado precandidato presidencial de esta coalición es Gustavo Petro Urrego, economista, quien ha sido Alcalde de Bogotá y un parlamentario frentero que ha denunciado la corrupción enquistada en la estructura estatal y también las ejecuciones extrajudiciales de civiles, llamadas comúnmente “falsos positivos”. Producidos por la fuerza pública en el afán de mostrar resultados operacionales bajo el gobierno de Álvaro Uribe y como Ministro de Defensa Juan Manuel Santos Calderón. Esta unión de fuerzas políticas que representan a la población de manera transversal, indígenas, afros, cristianos, mestizos, y donde está incorporada igualitariamente la mujer, es la nueva Colombia que saldrá a decidir su futuro. Veremos si esta Colombia que quiere desarrollo en paz, que busca salir de la inequidad con educación y salud necesidades largamente insatisfechas, alcance como en Chile llegar al gobierno con este pacto por Colombia.
Carlos Guillermo Daroch Varas - Abogado