ALEJANDRA PLACENCIA CABELLO, es Profesora de Estado en Filosofía. Estudió en la Universidad de Santiago de Chile, donde comenzó a desarrollar su interés y liderazgo en las luchas sociales de las grandes mayorías. Es entonces cuando ingresa a las Juventudes Comunistas de Chile, partido del que hoy sigue siendo militante.
Participa activamente de los movimientos estudiantiles por la democratización y recuperación de la universidad pública durante la década de los 90. Entre 1999 y 2000, es dirigenta de la Federación de Estudiantes de la USACH, y ese último año resulta electa como presidenta de esta organización.
Desde 2002, Alejandra ejerció su profesión durante 13 años, como docente del Liceo Municipal Lenka Franulic, Actividad que es una de sus más grandes motivaciones, algo reconocido por sus colegas, alumnos y apoderados.
El año 2010, participa en la fundación del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Ñuñoa, y en 2007 es electa Presidenta del Comunal Ñuñoa del Colegio de Profesores, organización de la cual hoy es Secretaria General. Durante 2011 participa activamente del movimiento social por una educación pública de calidad y gratuita para todos y todas.
En 2012, Ale, como todos cariñosamente la identifican, acepta el desafío y la responsabilidad que le plantea su Partido para ser candidata a Concejala por la comuna de Ñuñoa. Tras una campaña ardua, que logró motivar a militantes e independientes, se convierte en representante de la comunidad ante el Concejo Municipal durante 8 años.
Desde este rol, ha trabajado por abrir espacios de participación y representación, que permitan llevar la voz del movimiento social al Concejo Municipal, poniéndose a disposición las demandas e iniciativas vecinales. En esa línea, fue la impulsora de la campaña que recolectó más de 3500 firmas de habitantes de la comuna para la creación de la farmacia popular de Ñuñoa.
En 2015 se convierte en madre por primera vez. Hoy asume la tarea de ser candidata a Alcaldesa de Ñuñoa, representando a un amplio sector que cree que es posible hacer una gestión municipal honesta, con autoridades que restituyan el valor de la democracia, que respeten y promuevan la vida de barrio y que impulsen políticas enfocadas a derechos sociales.