Por Glenn Meza – 02 de octubre 2021 – Ex dirigente de la Universidad Técnica del Estado.
En el Chile de hoy son escasísimos los que pueden mostrar sus cuentas.
¿Se imaginan lo que podría salir de la cuenta del ex subsecretario Zúñiga y hoy convencional?
¿Y de la del ex almirante negacionista?
¿Y de la de Fuad Chaín?
¿Y de la de Felipe Harboe?
Para que seguir. Pero es muy sorprendente que el FA se preste para evitar una nueva y trasparente forma de hacer las cosas en política.
Habría sido un gesto muy importante de la Convención y por eso el proyecto de Bárbara Sepúlveda con el apoyo de toda la «bancada» de izquierda-izquierda.
Era una forma de mostrar a la ciudadanía que el nuevo organismo elegido directamente 80/20 venía limpio de los vicios de un pasado que se quiere transformar, en que las cuentas corrientes son el secreto mejor guardado en el mundo de pitutos, favores y negociados que caracterizan a ésta sociedad en que todo se convirtió en negocio privado.
Pero no podemos evitar que lo que nace venga contaminado «aún» del pasado que queremos dejar atrás.
Y por lo mismo era tan sano también dejar atrás los 2/3 que fueron el gran candado de los 40 años de la Constitución del 80 y que se «introdujeron» contra la voluntad de los millones de chilenos que lucharon por cambiar esa Constitución el 2019 hasta a costa de sus ojos.
Hay símbolos que dicen más que mil justificaciones en el corazón de la gente. Y no contaminar con los 2/3 la Nueva Constitución era otro de ellos.
Era como cuando tratábamos de convencer que era muy distinto derrocar a la dictadura que negociar con ellos para ver cómo se podían ir tranquilos. No quiso entenderse que la dignidad con que sale un pueblo de una dictadura es muy importante para su nuevo rol en la sociedad que se quiere empezar a construir. Pero la Concertación optó por echar al pueblo para la casa y negociar una salida pactada a sus espaldas.
Así nos fue también con una transición «en la medida de lo posible» con buena parte de la Concertación haciendo suyo el neoliberalismo heredado y el gran empresariado constituido en personaje central de la sociedad post-dictadura.
Se impuso la tendencia a negociar con los que se quiere reemplazar, ídem que ahora. Y la afectada es la misma: la dignidad ciudadana.
Y por eso fue tan potente cuando Daniel Jadue abrió voluntariamente todas sus cuentas corrientes desde sus primeros ingresos como profesional, para parar el montaje de La Tercera y Evelyn Matthew con el show de las luminarias para Recoleta y otros municipios. Nadie podía hacer lo mismo, además que Recoleta fue la única que lo asignó a la propuesta más baja.
Saludos, Glenn