Por Heriberto Pinto Garcia – Ex dirigente de la Universidad Técnica del Estado – 15 de Febrero 2021
El próximo 29 de junio del 2021 se cumplirán 56 años de la entusiasta recepción de la comunidad antofagastina, representada por “juan verdejo”, a la anunciada llegada, de un gran platillo volador con visitantes extraterrestres comandados por el “Marciano Martin”, suceso que atrajo la curiosidad y entusiasmo de 30.000 personas en el Estadio Regional de Antofagasta en el año 1965
En esa oportunidad, el relato trasmitido por Verdejo a su interlocutor. Narra que Chile es un país donde impera la democracia, con una gran laboriosidad de su pueblo que está desarrollando la minería, industria, comercio, agricultura, educación y cultura donde se empieza a destacar el aporte de la juventud. A la vez muestra la preocupación por los problemas mayores en el mundo como la injusticia, el hambre, la ignorancia, la discriminación racial y las guerras que genera el hombre a nivel mundial. Todo lo descrito por Verdejo va acompañado por la aparición simultánea de figuras gigantes acompañados de masiva entrada de actores (estudiantes), a la cancha del estadio regional que van escenificando la narración. En dicha escenografía resaltaban las dimensiones gigantes de las figuras como el platillo volador y su luminosidad, el dragón de tras cabezas que simbolizaban: “La ignorancia”, “el hambre” y” la guerra” y el Buda gigante que representaba las diversas creencias religiosas de los seres humanos. Como epilogo, se escenifica un mensaje de esperanza. Será la Juventud y la Educación los que lograran vencer al Dragón de tres cabezas.
Esta recordación corresponde al maravilloso primer Clásico Universitario organizado y realizado por los estudiantes de la Escuela de Minas y de la Universidad Técnica del Estado (UTE) de Antofagasta. Es importante también decir que esta actividad se llevó a cabo a pesar de las innumerables dificultades para realizarlo. No se tenía recursos económicos para financiar la actividad, la municipalidad no autorizaba el uso del estadio porque no contaba con instalaciones eléctricas e iluminación para una actividad nocturna y la Universidad consideraba que el tiempo que ocuparían los estudiantes en dicha actividad afectaría su plan de estudios anual. Todo aquello fue superado gracias al entusiasmo, empuje y talento creativo de Grimaldo Ponce Solis (QEPD), quien logró convencer a quienes lo acompañaron y lograron convertir la idea en acción como fueron, en aquella época los estudiantes, Juan Cortes, Sergio Kiblisky (QEPD), Claudio López y Heriberto Pinto. La orgánica creada para esta iniciativa logró convencer a los directivos de la Universidad para prestar apoyo académico, presupuestario, mano de obra y actores, con sus propios estudiantes. Se obtuvo la cooperación con donación y préstamo de elementos y materiales del comercio local, la industria minera (Anglo-Lautaro, Chilex Exploration Company), los Regimientos de la ciudad y Radio Mineria local. Los estudiantes del grado Técnicos y del grado de Oficios realizaron exitosamente el proyecto de cableado e iluminación de todo el Estadio, como también paralelamente diseñaron y construyeron las figuras gigantes necesarias para la escenografía requerida por la obra.
Todo se concretó la noche del 29 de junio de 1965 cuando el Estadio Regional repleto de antofagastinos, por primera vez, temblaba de emoción ante este acontecimiento cultural que se conocía solo en la capital. La comunidad Antofagastina, al final del espectáculo premio con una gran ovación el esfuerzo y gran aporte de los estudiantes de la UTE, también se recibió el reconocimiento y agradecimiento del Alcalde de la época Sr Floreal Recabarren (QEPD), ya que los 29.985 Escudos recaudados fueron completamente donados a la Municipalidad de Antofagasta, para la habilitación de un comedor para niños de escasos recursos en el sector norte de la ciudad.
Por Heriberto Pinto Garcia – Ex dirigente de la Universidad Técnica del Estado