El último acto de brutalidad, crueldad y cobardía de Carabineros nos vuelve de lleno a la odiosa y trágica época de la dictadura. Durante las demostraciones a comienzos de octubre, las fuerzas policiales arrojaron a un niño de 16 años al río Mapocho. El mismo río que arrastraba cuerpos de personas asesinadas por la dictadura. La noticia dio vuelta al mundo. El Diario The Guardian en su edición internacional dice: “Los videos muestran a un niño de 16 años que un oficial de policía arroja sobre las barandas de un puente. El niño cayó al canal de cemento sucio del río Mapocho, donde yacía inmóvil, boca abajo en el agua …”[1].
En Canadá, las fuerzas policiales dependen en general de las municipalidades en donde operan. Las provincias de Ontario, Quebec, Terranova y Labrador mantienen sus propias fuerzas policiales provinciales. Los municipios más pequeños a menudo contratan el servicio policial de la autoridad policial provincial, mientras que los más grandes mantienen sus propias fuerzas policiales. Las otras siete provincias y los tres territorios contratan servicios policiales a la Policía Montada de Canadá.
En Chile sin embargo el cuerpo policial es básicamente una rama de las fuerzas armadas y así actuó durante el Golpe Militar, en donde el General de Carabineros César Mendoza fue miembro de la junta militar hasta 1985, año en que fue depuesto a raíz del “caso degollados”.
La fuerza policial chilena llamada Carabineros de Chile fue creada en 1927 durante el gobierno de otra dictadura, la de Carlos Ibáñez del Campo. El 27 de abril de 1927, el presidente Carlos Ibáñez del Campo fusionó la Policía Fiscal, la Policía Rural y el Cuerpo de Carabineros existente para formar Carabineros de Chile, una institución unificada, paramilitar y de seguridad nacional bajo la dirección del gobierno nacional. La organización aún lleva el nombre que le dio Ibáñez, quien se convirtió en el primer Director General de la fuerza policial y militar.
Hay que mencionar que Carlos Ibáñez era amigo personal de otro dictador, Benito Mussolini y el nombre de la policía de Chile viene de los Carabinieri de Italia. En su rol militar, la fuerza de carabinieri de Italia tiene jurisdicción sobre los miembros de las Fuerzas armadas como policía militar. El Arma de Carabinieri es también una de las cuatro fuerzas armadas de Italia Es el homólogo italiano de Carabineros de Chile y de la Guardia Civil de España.
Al igual que el resto de las fuerzas armadas, Carabineros de Chile ha servido invariablemente los intereses de la oligarquía nacional. Hay que recordar las masacres anteriores a la dictadura, la de Ranquil en 1934 (477 muertos); la del Seguro Obrero en 1938 (59 muertos); la de Plaza Bulnes (6 muertos); Población José María Caro en 1962 (6 muertos); la de El Salvador en 1966 (8 muertos); la de Puerto Montt en 1969 (10 muertos). Luego después del Golpe de Estado hubieron otras empezando por la masacre de El Laja en 1973 (19 muertos).
Durante el reciente estallido social en Chile desde octubre de 2019 hasta febrero de 2020 se registraron cientos de personas heridas, muchas de gravedad y por lo menos 5 casos de personas fallecidas como resultado de enfrentamientos directos con la fuerza policial. Además, Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,Human Rights Watch y la oficina del Alto Comisionado de las UN determinaron la ocurrencia de graves violaciones a los derechos humanos incluyendo torturas y violaciones sexuales.
Uteinos de esos años recordamos al tristemente célebre Grupo Móvil que operó en la época de la reforma universitaria. El Grupo Móvil se formó el 9 de febrero de 1963 e incorporó el concepto de "acción anti-disturbios urbanos". Fue el antecesor de lo que vemos hoy en nuestras calles con una mentalidad e ideología predominantemente represiva, la de "restablecer el orden público quebrantado". El Programa de la Unidad Popular, dentro de sus primeras 40 medidas del gobierno popular, en el número 37, señalaba la disolución del Grupo Móvil.
En mis memorias recuerdo la histórica marcha por la Alameda en protesta contra las acciones de Carabineros. La marcha llegó hasta el frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile en donde se había montado una tarima para los oradores. Desde allí me correspondió hablar, como rector subrogante, en representación de la UTE denunciando el asesinato de uno de nuestros estudiantes por el Grupo Móvil
Las palabras del entonces decano Luxoro apuntaron con fuerza a la raíz de los hechos ocurridos cuando dijo: “…Un Instituto de Estudios como la Universidad de Chile es el alma consciente de la nación y una nación que se respeta, respeta su Universidad…Hay sin embargo hechos más graves que la violación de la autonomía universitaria y la vejación de los estudiantes… ¿De dónde emanó la orden para allanar la Facultad de Ciencias? No salió de un juez ni del gobierno… ¿O es que el ‘Grupo Móvil’ está dotado de autonomía? [2].
Al mirar hacia atrás, estaba claro que estos hechos no eran sino las primeras muestras de lo que vendría más adelante.
Las acciones de Carabineros aún en democracia han demostrado que su función no es la de mantener el orden y seguridad ciudadana sino que es un organismo eminentemente de represión contra el pueblo. Creo firmemente que ha llegado el momento de cambiar radicalmente la organización policial en el país eliminando su carácter militar nacional, su asociación vigente y directa con las fuerzas armadas del país y sus directivas represivas. En el trance histórico en que nos encontramos hay una oportunidad única para realizar estos cambios trascendentales.
[1] Bartlett, John.“Chilean police throw boy, 16, off bridge during protests.” The Guardian. 3 Oct 2020
[2]“Concentración y marcha de protesta”. El Mercurio. 11 de Julio de 1970.
El último acto de brutalidad, crueldad y cobardía de Carabineros nos vuelve de lleno a la odiosa y trágica época de la dictadura. Durante las demostraciones a comienzos de octubre, las fuerzas policiales arrojaron a un niño de 16 años al río Mapocho. El mismo río que arrastraba cuerpos de personas asesinadas por la dictadura. La noticia dio vuelta al mundo. El Diario The Guardian en su edición internacional dice: “Los videos muestran a un niño de 16 años que un oficial de policía arroja sobre las barandas de un puente. El niño cayó al canal de cemento sucio del río Mapocho, donde yacía inmóvil, boca abajo en el agua …”[1].