Dr. Patricio Ríos Segovia - Fundación Ciudadanías Múltiples
Aparte de algunas escasas notas periodísticas aparecidas en algunos medios de prensa escritos (el periodismo digital también estuvo ausente) el hecho noticioso apareció y desapareció, sin que produjera, ni siquiera un escalofrío en la opinión pública.
La noticia: “La Unión Nacional de Pensionados hace un llamado a todas las personas que a diario están asaltando a adultos mayores a que, por favor, eviten usar la violencia en su cometido”. (El Mercurio. 18 de febrero)
El que hace el llamado a” todas las personas que a diario están asaltando a adultos mayores” para que, por favor, eviten usar la violencia en su cometido” es el Presidente de una Organización de la Sociedad Civil de este país: La Unión Nacional de Pensionados.
Asimismo, el Sr. César Cereceda es el Presidente de la Unión Nacional de Pensionados y quien aparece solicitando el favor a los delincuentes de moderar la violencia con que suelen tratar a los mayores.
Hay que decir que:
l)a Unión Nacional de Pensionados es una antigua institución gremial que agrupa y representa a miles de pensionados;
ii) que hoy los pensionados en este, nuestro Chile envejecido, son 2.393.435 personas(Superintendencia de Pensiones 2024);
iii) hay que decir que pese al tonelaje de la denuncia, Chile ni siquiera se encoge de hombros
¿Por qué?
Porque vivimos un presente tal que nos encandila con su culto totalizante al individualismo, lo juvenil y la tecnología, lo que nos impide darnos cuenta que envejecemos, y que nos vamos a pensionar en algún momento de la vida.
Porque carecemos de una cultura en la cual el envejecimiento ocupe algún lugar tanto en la sociedad como en nuestras subjetividades.
Porque hemos crecido en un país en el que el carné de pensionado es credencial para ser olvidado y candidato para más de un pisotón en la calle.
Porque este es el país en que nos estamos demorando diez años para ver si logramos mejorar las pensiones de nuestros compatriotas
También, y sobre todo, porque somos un país donde adultas de 60 años y más y adultos de 65 años y más, todavía pedimos que las cosas se hagan por favor y no en derecho.
¿Serán estos rasgos los que nos tienen tan confundidos?
Dr. Patricio Ríos Segovia - Fundación Ciudadanías Múltiples