EDITORIAL: 09 DE JUNIO 2024

EL OTRO "CON MI PLATA NO" - (o sobre cómo las AFP siguen robando)

Una de las más sentidas demandas del movimiento social desde hace ya más de 2 décadas ha sido la mejora de las pensiones de quienes entregaron toda su vida para incrementar la riqueza nacional, pero que en realidad terminaron enriqueciendo solo a un reducido número de empresas y, principalmente, al capital financiero nacional y transnacional, principales gestores del sistema previsional impuesto por la dictadura fascista de Pinochet.

Son numerosos los testimonios y análisis que certifican el miserable estado de las pensiones que reciben gran parte de la población jubilada.

Por ejemplo, por un actual salario mínimo de $ 460.000, se le descuentan al trabajador $ 59.800. De este total, se dirigen al Fondo de Pensiones sólo $ 46.000.

De la cantidad restante, $ 7.820 son destinados a la contratación del Seguro de Invalidez, Sobrevivencia y Gastos para Sepelio, seguro que es también parte del negocio de las propias AFP. El remanente, es decir $ 5.980, van a parar derechito al bolsillo de las AFP. Es decir, los asalariados, de su propio bolsillo están obligados a pagar por los servicios de la administradora un total de $ 13.800, o el increíble porcentaje de 23,1% de la cotización total o 30,0% del Fondo de Pensión. Con este elevado cobro por sus servicios, las AFP han administrado los fondos para dar una rentabilidad que, en el promedio histórico, se sitúa alrededor del 10%. Es decir, los trabajadores que ganan un salario de $ 460.000, le pagan mensualmente a las AFP $ 13.800 (Administración más seguro), para que rentabilicen su fondo de $ 46.000. Por esta “inversión”, en promedio los trabajadores obtienen una rentabilidad de solo $ 4.600 (10% promedio). Subrayamos, el asalariado le paga al negocio de las AFP $ 13.800 para recibir como “ganancia” solo $ 4.600, es decir solo una tercera parte de lo que debió pagar a las AFP.

La ciudadanía, los legisladores, los gobernantes, los políticos lo tienen muy claro: se trata en realidad una gran estafa y un verdadero robo, pero es un robo legal, soportado por los propios legisladores y gobernantes, en contra de la voluntad de la ciudadanía.

De acuerdo a la “Ficha Estadística Regional del Sistema de Pensiones”[1]  a marzo de 2024,el monto promedio de las pensiones autofinanciadas apenas alcanzaba a $294.418. Si se le agrega a esta suma el Aporte Previsional Solidario (APS) y/o la Pensión Garantizada Universal (PGU), según corresponda, la pensión promedio de los chilenos apenas alcanza a $436.603 pesos, es decir no alcanza siquiera el valor de un sueldo mínimo.

Ciertamente no faltará quien diga, bueno, pero el aporte de los programas estatales para apoyar a los que menos reciben es importante, ya que casi aporta casi un 33% adicional. Eso es correcto, pero no deja de ser una simple excusa para justificar la expoliación de recursos por parte de la cofradía de las AFP.

Y lo que es peor, es el Estado chileno el que debe salir a resarcir los daños que se produce a la población, recurriendo para ellos a variedad de subsidios.

A partir de los frustrados procesos constituyentes, y aprovechando el profundo retroceso del movimiento social, y la cobardía ideológica de quienes se decían defensores de los intereses del pueblo (salvo el accionar de un reducido y aislado grupo de viejos y pertinaces líderes sociales), el capital financiero, nacional y transnacional, propietario de las AFP, han desarrollado una permanente campaña por oponerse a cualquier cambio que pueda interferir con su lucrativo negocio. Esta campaña, más allá de los salones de ejecutivos, se ha posicionado en los medios de comunicación, en las redes sociales, e incluso en los correos personales de los chilenos.

El problema es que esta gigantesca campaña es financiada con los recursos de los propios chilenos, con aquellos recursos que cada uno de los asalariados para para la “administración” de sus fondos.

Pero, ni la Superintendencia de AFP, ni los grupos parlamentarios, ni los partidos políticos parecen preocuparse de este nuevo acto de agravio a los cotizantes.

Y, usted lector ¿Qué piensa?

CORPORACION SOLIDARIA UTE-USACH

[1]              Superintendencia de Pensiones. Ficha Estadística Regional del Sistema de Pensiones. N°12 – marzo 2024. https://www.spensiones.cl/portal/institucional/594/w3-article-16032.html