Por: Daniel Lillo | 08.08.2024 – El Desconcierto
Si hace algunos días comenzaron los primeros cuestionamientos en el oficialismo por el tenor que está tomando la reforma de pensiones eran tibios, hoy, tras el acuerdo de protocolo con la oposición estas críticas se han incrementado. Esto, en respuesta del temor de ciertos sectores de la alianza de gobierno a que el proyecto termine “desdibujado” y no se toque el sistema actual.
“Hace mucho tiempo que la política no ha logrado encontrar una solución porque no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo. Por eso quiero destacar que ayer (miércoles) llegamos a un acuerdo para poder avanzar en la reforma de pensiones. Y eso quiero decirles que es una buena noticia porque entrega plazos ciertos respecto de cuándo se va a despachar del Senado esta reforma que es tan importante para toda la población”.
Con esas palabras el Presidente Gabriel Boric destacó el acuerdo que fue aprobado ayer miércoles en el Senado para destrabar la reforma de pensiones.
Y es que para el Ejecutivo el hecho de ya tener una fecha para despachar del Senado el proyecto, es una victoria considerando que la reforma lleva cinco meses estancada en la Comisión del Trabajo de la Cámara Alta.
Además, el documento de acuerdo propuesto por la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, y que fue suscrito por los cinco senadores de la comisión, también considera puntos de convergencia a los que se arribaron durante el transcurso de la mesa técnica previsional.
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Por ejemplo, el documento indica en su primer apartado que la reforma de pensiones deberá “desarrollar mecanismos que permitan elevar el ahorro para pensiones, que involucren la tasa de cotización, la disminución de la informalidad previsional e incentivos a prolongar la vida activa. Es muy importante que la reforma no contenga elementos que desincentiven las cotizaciones”.
Sobre la Pensión Garantizada Universal, el escrito indica que se debe “establecer parámetros objetivos y claros para la determinación de la PGU”, con el objetivo de “evitar el populismo con este pilar clave del sistema de seguridad social y de importante implicancia fiscal”.
Y en el quinto acápite del documento se consagra uno de los grandes objetivos que el gobierno en la reforma: establecer un seguro social con parte del 6% extra de cotización con cargo al empleador.
Sin embargo, en ciertos sectores del oficialismo el acuerdo dejó un amargo sabor de boca.
“Decepción” por la reforma
El primero en expresar este descontento por cómo está avanzando la reforma de pensiones fue el senador Alfonso de Urresti (PS), quien en la misma sesión en que se votó el acuerdo cuestionó cómo el proyecto se está alejando de la propuesta inicial.
“Es bueno que se avance en acuerdos, pero es bastante anómalo lo que estamos votando. Recuerdo que en el programa de gobierno, se planteaba eliminar las AFP. En el gobierno pasado llegamos a un acuerdo de votar 3 y 3 la contribución del 6% y hoy estamos hablando de un 1% para la solidaridad y un 5% para reforzar las AFP. Permítanme diferir de esta situación. Yo entiendo que hoy la derecha es mayoría y que se deba negociar, pero también creo que uno tiene que mantener sus banderas respecto a la concepción que tiene sobre un sistema de seguridad social y este por esencia tiene el principio de solidaridad”, apuntó el senador.
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“La visión de un gobierno progresista tiene que dirigirse a constituir un robusto sistema de seguridad social, y con este proyecto, al menos lo que no conocemos, no estoy de acuerdo”, enfatizó el senador oficialista sentenciando: “No me digan que esto es una victoria”.
Pero el sentir del senador socialista no es aislado. Otros parlamentarios del oficialismo ven con desconfianza lo que viene en la reforma de pensiones. Sobre todo, porque al aprobarse la modalidad de votación en general y particular se estableció que las indicaciones sean tramitadas mediante el mecanismo ad-referéndum.
Esto implica que la oposición podrá influir en la redacción de las indicaciones lo que es prerrogativa exclusiva del Ejecutivo.
Además, en el protocolo acordado no se hace referencia a la “solidaridad” o en otras palabras, el mecanismo de reparto. Para el oficialismo es particularmente importante que el nuevo sistema considere este aspecto al que la oposición se opone rotundamente.
Consultada por El Desconcierto, la diputada Catalina Pérez (FA) también cuestionó el acuerdo, afirmando: “Me parece vergonzoso tener que llegar a hacer un protocolo ad hoc para que la oposición esté disponible a dar el debate de pensiones. Además, creo que eso no da ninguna garantía de que de acá a enero no vuelvan a inventar una excusa para evitar nuevamente fijar posiciones”.
En ese sentido, la diputada afirma que “la decisión de insistir en una reforma previsional sin mayorías en el Congreso es una apuesta política arriesgada, que implica hacer revisiones continuas” y advierte que “lo que no puede pasar en este gobierno es que se termine profundizando el modelo de negocio sin tocar un centímetro la estructura del sistema”.
El diputado Carlos Bianchi, por su parte, criticó que el documento establezca un punto que hace referencia a “prolongar la vida activa”. “Puede que se llegue a un acuerdo donde lo que se pretenda sea prolongar la edad de jubilación”, señaló el diputado e hizo hincapié en que “hay que tener cuidado, porque se supone que la reforma previsional permite que en el mes de diciembre las personas que están con la PGU puedan tener el incremento a los $250 mil. Esto no ha quedado claro (en el acuerdo)”.
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Otros, por el contrario, siguen respaldando las gestiones del gobierno para sacar adelante la reforma. El jefe de bancada de diputados PS, Daniel Melo, asegura a El Desconcierto que "siempre se propuso un sistema mixto, que considerara mantener la capitalización individual e incorpore un mecanismo de solidaridad, que asegure, mejorar las pensiones ahora. El protocolo que se firma establece un marco de acuerdo que se debe traducir en una propuesta razonable que dé viabilidad a una reforma urgente para los chilenos".
En tato, el senador Juan Ignacio Latorre (FA) dice a este medio: "Yo valoro que exista un acuerdo entre gobierno y oposición para destrabar la reforma de pensiones y con un calendario claro para su votación en sala del Senado. Nuestro foco está en crear un seguro social que mejore las pensiones actuales y futuras, eso se hará con aportes de empleadores y lo importante es que los beneficios que la gente va a recibir se mantengan, especialmente los de las mujeres, hay un diseño para disminuir desigualdades de género. Por otra parte, seguiremos insistiendo en una separación de la industria AFP y en incorporar nuevos actores públicos para que la gente tenga verdadera libertad de elegir".