5 DE OCTUBRE 1988. NO SE GANÓ SOLO CON UN PAPEL Y LÁPIZ, SINO CON LUCHA, ESFUERZO, COMPROMISO Y UNIDAD.

Texto copiado de Libro Roberto escrito el año 2010 e impreso el año 2016 por Luis Fuentes Mansilla.. – PARA UTE NOTICIAS – 05-10-2024

Recordar, celebrar y conmemorar, hoy ese 5 de octubre de 1988, cuando persiste un descontento social   y cuya causa es un reclamo a los más de 30 años de una política conciliadora y de reformas realizadas dentro de lo posible, y con un fallido proceso constituyente de por medio, parece, a simple vista, muy contradictorio.

En un escenario de alta corrupción y desprestigios de los estamentos del estado. Universidades, Corte Suprema, Parlamento y municipalidades, etc.  y con actores transversalmente pertenecientes a los partidos políticos. Aunque el pandero lo lleve la derecha y expresamente el partido heredero del Dictador como es la UDI.  Se pierde un poco la perspectiva de lo que fue ese 5 de octubre.

Pero, sin duda, no podemos minimizar los efectos e importancia de lo que significó este acto y lo logrado ese día. Por eso es necesario reivindicar, en este mes de octubre, y reconocer la trascendencia de este acto ciudadano y lo que representó para los chilenos y chilenas en ese entonces.

Hoy, 36 años después, la frustración por objetivos y promesas no cumplidas, el constatar que la elite política se reconstruyo y hoy, 36 años después, seguimos marcando el paso y administrando el sistema político y económico neoliberal heredado de la Dictadura, olvidándonos muchas veces de las necesidades reales de la gente, nos hacen perder un poco, su valorización. pero para los que estuvimos durante 17 años en la lucha constante contra la dictadura y sufrimos su represión, la cárcel, exilio, tortura y desaparecimiento de algún amigo o familiar, fue este un paso importantísimo.

Aprovechando esta ocasión de celebración de los 36 años de este plebiscito quisiera volver a recordarlo, una vez más, Con un extracto del Libro Roberto, escrito por mí y que relata   cómo vivimos los días previos, el día mismo y después de 5 de octubre de 1988. Porque soy un convencido que este acto hay que reivindicarlo y aprender que con unidad podemos lograr cosas y avances, pero no nos podemos quedar en lo avanzado sino en lo que nos queda por lograr..

 Quiero resaltar la importancia de este acto electoral, porque a diferencia de muchos creo que más que con un lápiz y un papel, como muchos afirman, este episodio fue logrado con mucha entrega y lucha por casi 17 años y muchísimo compromiso, con una inquebrantable voluntad de recuperar esa democracia y una voluntad de unidad de todos los sectores anti dictatoriales. con un trabajo férreo de millones de voluntades que se pusieron detrás de esta campaña del NO. Aunque muchos, no creyéramos que el voto fuera la solución a poner término a este negro periodo. O no estuviéramos convencidos que el dictador reconocería el triunfo del NO. Escribí esto hace 14 y sigo creyéndolo vigente.

"Ya al atardecer, del día 5 de octubre, según los cómputos llevados por la Concertación era claro el triunfo de la Opción NO, pero la TV de ese entonces, toda aliada al Dictador, emitía sólo informes y reportes entregados por la Subsecretaría del Interior, Alberto Cardemil, en los que mañosamente daban ganador al SI.

 Esa noche fue de emociones encontradas, por un lado, no podías dormir producto del cansancio y de la emoción por el triunfo, y por otro, también producto de la incertidumbre de no saber cuál sería la respuesta que Pinochet daría a este acontecimiento en las oscuras noches de ese 5 de octubre. En este “dormir de reojo” creías escuchar movimientos de tropas en todas partes. Afortunadamente esto no sucedió y al día siguiente se pudo celebrar ya con fuerza y convencimiento del triunfo aceptado. Ese día el Parque O’Higgins una vez más fue un centro de celebraciones, abrazos y llantos. Llantos de emoción, pero también de desahogo y liberación. Se sabía que era una Constitución con una democracia protegida y con un itinerario diseñado por el Dictador, pero en ese momento era un gran paso.

Con las declaraciones del general Mathei reconociendo el triunfo del NO vino el relajo y la celebración, y todos felices de retorno a las casas después de una larga y ardua jornada de trabajo. Unos trasladando compañeros a votar, otros como apoderados vigilando los centros de votación y en el recuento defendiendo los votos, otros trasladando rápidamente las planillas de recuento a la casa de cómputo de la Concertación por el No, ubicada estratégicamente cerca de los lugares de votación.

Pasaron 17 años, diecisiete años de renuncia a tus proyectos y sueños personales, a tu familia. 17 años en los cuales pudiste además crecer y aprender a sobrevivir. Hoy, aunque con muchas deficiencias y reparos al tipo de Democracia protegida que se ha instaurado en nuestro país podemos decir, sobre todo a los jóvenes que no vivieron en dictadura, que este fue un gran paso y un gran triunfo de todo el pueblo chileno.

Como poder borrar de nuestros recuerdos esos días previos al Plebiscito, con gente soñando, con gente esperanzada en que, por fin, la Dictadura se acabaría. Era motivante el espíritu vivido por esos días, incluso a los más escépticos, a aquellos que, como yo no creíamos que Pinochet pudiera reconocer el triunfo del NO y que usaría este evento para legitimarse. Sin embargo, en aquel 5 de octubre del 1988, muchos lloraron, quizás con tantas fuerzas como aquel día negro del Golpe Militar, pero esta vez el llanto era diferente, era un llanto de desahogo, era un llanto de esperanzas y era un llanto de satisfacción por cumplir un sueño. Volver a ser libres, un sueño tan básico, pero que en esos años era cuestión de vida o muerte. Sí, literalmente, una cosa de vida o muerte.

Cómo poder hoy controlar y canalizar los recuerdos y emociones vividas ese día, cómo poder expresar el sentimiento al ver que la gente se abrazaba en las calles, que se abrazaba incluso con los representantes de la represión en Chile, y se les invitaba a compartir nuestra felicidad, a iniciar una nueva relación de entendimiento. Hoy, con más calma y con el paso de los años, claramente nuestros sentimientos de felicidad se han disipado y sentimos que hemos avanzado poco, aunque hemos avanzado, pero insuficientemente y nos da la impresión que sólo hemos estado administrando el sistema neoliberal heredado de Pinochet y sus aliados hoy disfrazados de demócratas.

Hoy, con mucho sentimiento podemos escuchar a jóvenes expresándose de las frustraciones y poco avance en los años de Democracia, cosa que muchos viejos compartimos, pero a no dudarlo, que fue un gran logro llegar a esta instancia. Es tarea de estas nuevas generaciones seguir con la lucha por mejorar o cambiar esta sociedad. Tarea aún pendiente de estas nuevas generaciones. No cabe dudas que deban luchar por conseguir una sociedad más justa e igualitaria. El norte debe ser avanzar en la lucha y búsqueda de una patria más inclusiva y justa para todos, desenrollándonos para siempre de este sistema neoliberal que nos gobierna.

El paso dado el día del plebiscito fue muy importante, volver a sentirse libre, caminar por las calles de tu barrio, juntarte con tus amigos, visitar a tu familia sin temor, pensar, opinar, ir al cine, leer un libro… respirar. Fue un cambio radical en nuestras vidas y para las nuevas generaciones”. (1)

 Hoy año 2024 Han pasado 36 años. Por lo que es una tarea primordial recordar, valorizar, pero no perder el foco en que nos hemos estancado. Seguimos jugando a las sillitas musicales y cambiamos el gobierno cada 4 años, pero no logramos avances sustantivos en lo que dice a un estado de Derechos y en la satisfacción de los Derechos Económicos Sociales y Culturales. y debemos enfocarnos en lograr ese más justo y equitativa.

(1)       Texto copiado de Libro Roberto escrito el año 2010 e impreso el año 2016 por Luis Fuentes Mansilla..

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