By El Clarín de Chile 15 noviembre, 2024
El miércoles 13 de noviembre, el Senado aprobó el Tratado Chile-Unión Europea bajo suma urgencia, en un proceso que organizaciones sociales y sectores críticos han calificado de antidemocrático, superficial y con tintes de neocolonialismo. La organización Chile Mejor sin TLC denunció que esta votación express, promovida por el gobierno del Presidente Gabriel Boric y respaldada por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, representa una cesión de soberanía que alinea a Chile con intereses de la OTAN y una Europa en decadencia económica y social.
Impactos ambientales y económicos
Según la declaración de Chile Mejor sin TLC, el tratado asegura la transición energética de Europa mediante la entrega de recursos naturales estratégicos como el litio, el agua y la energía en forma de hidrógeno verde, ignorando los impactos ambientales y el aumento de las llamadas «zonas de sacrificio». Además, subordina las políticas públicas a las inversiones privadas, poniendo en riesgo la soberanía alimentaria y energética del país.
La organización criticó que los senadores hayan optado por perpetuar el modelo extractivista y neoliberal, el cual, sostienen, ha fracasado en dar respuestas a las demandas sociales, sindicales y ambientales. Como ejemplo, señalaron el reciente cierre de la siderúrgica Huachipato, que ha generado desempleo y mayor dependencia económica.
Un Senado cuestionado
En la declaración, Chile Mejor sin TLC subraya que la aprobación del tratado se produce en un contexto de descrédito hacia la clase política, acentuado por crisis sociales como el alza del costo de vida, incendios forestales, deficiencias en salud y educación, y leyes que fortalecen la represión. Según la organización, el Senado, una institución que califican como «elitista, privilegiada y descompuesta», está dominado por intereses del gran capital y corporaciones transnacionales.
Asimismo, se criticó la postura de sectores políticos de izquierda, incluyendo al Partido Comunista, cuyos representantes se abstuvieron o ausentaron en las votaciones tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados. Para Chile Mejor sin TLC, esta postura demuestra la desconexión de la élite gobernante respecto a las demandas de los sectores populares.
Críticas al rol internacional del tratado
El tratado también fue señalado como un medio para reforzar los intereses comerciales y geopolíticos de Europa, un socio en recesión que, según la declaración, está involucrado en conflictos bélicos y violaciones a los derechos humanos, como el genocidio contra el pueblo palestino.
Llamado a la resistencia social
Chile Mejor sin TLC reafirmó su compromiso de seguir denunciando los impactos de los tratados de libre comercio, que consideran pilares de un modelo diseñado por las élites para perpetuar su poder. La organización llamó a los movimientos sociales y a las comunidades a resistir estos mecanismos de dominación y a exigir auditorías serias sobre sus impactos en la sociedad y el medio ambiente.
En un contexto de crisis ecológica y disputas por la hegemonía global, la organización concluyó que las clases dominantes han optado por un camino contrario a los intereses históricos del país, pero destacó que las comunidades y los trabajadores no otorgaron legitimidad democrática al tratado y seguirán luchando contra él.
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