EL TAHUANTINSUYO O ANTIGUO IMPERIO INCA.

Jorge Calvo – Escritor , ex alumno de la Escuela de Artes y Oficios

 “Ni se para quien es esta amargura!

Oh, Sol, llévala tú que estás muriendo,

Y cualga, como un Cristo ensangrentado,

mi bohemio dolor sobre el pecho.

El valle es de oro amargo;

y el viaje es triste, es largo…”

(“Oración del Camino”, Los Heraldos Negros)

Cesar Vallejo.

Cuando los navegantes -descubridores y conquistadores españoles, portugueses y europeos en general- siguiendo los pasos del Gran Almirante Colon comenzaron a desplegarse a lo largo y ancho del nuevo territorio recién descubierto, encontraron que este enorme continente existían culturas muy desarrolladas que conocían en profundidad avanzadas técnicas de ensamblaje de piedras, un dominio sofisticado de técnicas agrícolas, amplia experticia en la observación de los astros y del espacio profundo pudiendo por ejemplo vaticinar fenómenos celestiales tales como eclipses y dominaban también sorprendentes conocimientos de cirugía, astronomía y matemáticas. En el caribe y la zona central de América los conquistadores chocaron con civilizaciones tan prodigiosas como los Mayas y los Aztecas y más tarde, descendiendo hacia el sur, se toparon con el enorme imperio del Tahuantinsuyo que se extendía sobre una región de 2.500.000 kilómetros cuadrados, sobre los territorios que hoy día ocupan países como Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia.

Orígenes del incanato

El vocablo inca, escrito con letras minúsculas se usa para designar a una cultura que teniendo su sede principal en la ciudad de Cuzco dominaba gran parte de América del sur, hasta antes de la llegada -en 1532- del español Francisco Pizarro. La palabra Inca escrita con mayúscula se refiere al líder o cabeza del imperio de los incas, y su significado es Hijo del sol. Narra la leyenda que este pueblo descendió de planicies altiplánicas cercanas al Lago Titicaca luego de guerras sostenidas con los Aymaras. Y se asentaron en El Cuzco.

El mito fundacional

El primer Inca fue Manco Cápac, quien fundó el señorío cuzqueño alrededor del año 1200 d. C. Según esta historia, Manco Cápac y su esposa, Mama Ocllo, llegaron al valle de Cuzco tras una prolongada y penosa travesía por los Andes siguiendo las indicaciones del dios sol Inti. En el Siglo XIII los incas provenientes del altiplano peruano. Una vez asegurada la soberanía de la ciudad se prepararon para comenzar desde ahí la expansión del Imperio que en su apogeo llego a cubrir una extensa cantidad de territorio.

Manco Cápac es el protagonista de dos leyendas que explican el origen de la civilización incaica. En ambas leyendas, se dice que Manco Cápac fundó la etnia inca en el Cuzco y que su esposa principal fue Mama Ocllo.

La Leyenda

Existen dos leyendas relativas a los incas y Manco Cápac: en realidad se sitúan en la categoría del mito y su propósito es explicar el origen de la civilización incaica y han llegado a nuestros días en la tradición oral:

El origen de los incas lo explica la leyenda de los hermanos Ayar de la siguiente forma: Se cuenta que el dios del mundo andino ‘Huiracocha’ mandó a sus 4 hijos a buscar tierras fértiles: De la cueva Pacaritambo salieron los 4 hermanos Ayar junto a sus mujeres: Ayar Cachi y Mama Huaco, Ayar Uchu y Mama Ipacura, Ayar Auca y Mama Rahua y, finalmente, Ayar Manco y Mama Ocllo.

Los hermanos junto a 10 ayllus (familias) emprendieron rumbo en dirección sureste.

Ayar Cachi era un hombre fuerte y valiente que ocasionó la envidia de sus hermanos quienes decidieron matarlo. Ayar Cachi fue persuadido para que volviera a las cuevas de Pacarina. Cuando retornó a la caverna, lo encerraron colocando una piedra en la entrada.

Los demás hermanos continuaron su camino hasta el cerro ‘Huanacauri’ donde hallaron un ídolo de piedra. Llenos de respeto y temor, los hermanos ingresaron. Entonces Ayar Uchu brincó a las espaldas de la estatua y quedó convertido en piedra. Tras continuar el viaje, en la pampa del sol, Ayar Auca también quedo convertido en piedra.

Finalmente, Ayar Manco, acompañado de las 4 mujeres, llegó al Cusco donde hundió su vara en señal de tierra fértil. Emocionados de llegar al Cusco, decidieron fundar una ciudad en honor al dios Huiracocha y el dios Sol. La ciudad estaba llamada a ser la capital del Imperio de los Incas.

La segunda historia de Manco Cápac y Mama Ocllo, narra también una historia similar. Ambas versiones se han transmitido vía oral hasta nuestros días. Aquí se cuenta que El dios Sol, al ver la tristeza en que estaban sumidos los hombres de la tierra envió una pareja: Manco Cápac y su esposa (y hermana) Mama Ocllo. El dios Sol les dio un cetro de oro y les ordenó civilizar el mundo y fundar un imperio cuyo propósito fuera rendir culto al sol.

 Manco Cápac y Mama Ocllo emergieron de las aguas del lago Titicaca. Ellos fueron advertidos que el lugar donde se hundiría el cetro de oro, sería el sitio propicio para fundar un imperio. Manco Cápac emprendió rumbo al norte. Mama Ocllo, fue hacia el sur del valle. Ambos convocaron y sometieron a las personas en su recorrido, se cuenta que se los consideraba seres divinos.

Luego de mucho recorrido, el cetro se hundió en el cerro Huanacauri. En ese lugar Manco Cápac y Mama Ocllo dieron inicio al origen de los incas.

Manco Cápac enseñó a los hombres a cultivar maíz, trigo y construir casas. Mama Ocllo enseñó a las mujeres a hilar y tejer para hacer vestidos de lana y algodón. Según refiere el mito, el sol envió a Manco Cápac y Mama Ocllo para civilizar y llevar orden a la humanidad.

De este relato fundacional se infiere que Manco Cápac unificó el reino de Cusco y lideró a su pueblo en la construcción del Imperio Inca.

La cuna: El Cuzco y sus fortificaciones

Hace algunos pocos años atrás, luego de varios meses de excavaciones llevadas a cabo bajo la dirección del Museo Nacional de Lima, los trabajadores empeñados en retirar la tierra pusieron al descubierto la osamenta central y básica de la célebre fortaleza de Sajsawaman, en la ciudad del Cuzco, la legendaria capital del Imperio Incaico.

Estas grandes e invulnerables ciudadelas, a juzgar por sus vestigios, parecen levantadas por cíclopes, con materiales indestructibles, apoyados en una ciencia militar tan avanzada que, para encontrar en la historia fortificaciones semejantes, nos tendríamos que remontar a la Roma antigua, a Babilonia y a la arquitectura militar de la edad media. Sin embargo, con la notable diferencia de que, mientras las murallas babilónicas y las fortalezas romanas fueron construidas de ladrillo y de concreto, o de piedras y de barro, las antiguas fortificaciones peruanas fueron erigidas de la propia roca, como inmensos bloques compactos, alzadas totalmente en piedra y sin la menor huella o rastro de que se haya utilizado alguna mezcla aglutinante, como el mortero: La mezcla de cemento y arena se llama mortero. Es un material de construcción que se utiliza para unir ladrillos o piedras, nivelar pisos, entre otras aplicaciones. Tampoco existen restos o indicios de que se haya utilizado barro o alguna forma de pegamento artesanal. Son muros de piedra. ¡Y qué piedras! Bloques gigantescos, de una sola pieza, integran muchas veces paredes enteras. Se alzan murallas megalíticas o formadas de tres o cuatro rocas superpuestas y unidas con una justeza tan armoniosa y sutil que, en palabras de Prescott, -el responsable de las excavaciones- no es posible hacer pasar entre una y otra la hoja de una espada. Sus junturas son tan sutiles, cuando no imperceptibles, que se las puede tomar por simples líneas o diseños decorativos

Con anterioridad, ya había causado impacto y estupor el descubrimiento de otra enorme ciudad inca enclava en las alturas de la Cordillera de los Andes: Machu Pichu; El descubrimiento de esta maravillosa ciudad, alzada en piedras, se atribuye a Hiram Bingham, un historiador y explorador estadounidense, quien llegó al sitio en 1911. Sin embargo, hay otros personajes que también se relacionan con el descubrimiento de la ciudadela inca: Un agricultor cusqueño, de nombre Agustín Lizárraga: en 1902, junto a su primo Enrique Palma Ruiz, se encontró -intempestivamente- con Machu Picchu. Lizárraga quedó impresionado y dejó una inscripción en una de las paredes del templo de Las Tres Ventanas. Pero sus esfuerzos por conseguir apoyo de las autoridades para dar a conocer su descubrimiento fueron infructuosos.

Sacsayhuamán, en cambio, una maravilla Inca, que conserva secretos ancestrales entre las grandes piedras de sus muros. A través del tiempo ha presenciado batallas, celebraciones y la majestuosidad del Imperio más poderoso de Sudamérica. Hoy Sacsayhuamán es una pieza clave en la historia.  de Cusco, y de la historia de épocas gloriosas de un pueblo cuya tradición perduran a través del tiempo. Conocer Sacsayhuamán y sus secretos.

La fortaleza de Sacsayhuamán

Para ubicarnos en el tiempo, el espacio y el contexto se debe iniciar señalando que Sacsayhuamán fue una de las construcciones más importantes durante tiempos del Imperio, fue erigida como un centro ceremonial y religioso. Pero también como una fortaleza bélica inexpugnable. Vamos a internarnos por estos senderos para comprender Sacsayhuamán, sus misterios y su historia.

La fortaleza de Sacsayhuamán:

La ubicación exacta de Sacsayhuamán, como sitio arqueológico, se encuentra a solo 2 kilómetros (1.2 millas) de la Plaza de Armas en la ciudad Imperial en el corazón de Cusco, en el departamento del mismo nombre, el cuarto más grande del territorio peruano. El sitio arqueológico se encuentra a 10 minutos en auto y a unos 45 minutos caminando desde la Plaza, es una ruta de fácil acceso. Sacsayhuamán se encuentra a una altura de 3.700 msnm (o 12140 ft), solo 200 metros más alto que el centro de la ciudad, y abarca una extensión de 3.093 hectáreas (12000 millas cuadradas). Sacsayhuamán está resguardado por el gran Apu Ausangate, el Pachatusan y Cinca. Apu se denomina a los cerros. Por su ubicación tiene una hermosa variedad de flora y fauna, donde priman los camélidos sudamericanos como las llamas y también el halcón.

 Este nombre; Sacsayhuamán, esta maravilla del Perú antiguo, proviene de las palabras quechuas “Saqsay” que quiere decir algo como lleno o satisfecho y “Waman” que quiere decir halcón. Juntas forman el nombre de la fortaleza y se traduce como el lugar donde el halcón come hasta saciarse.

La historia del sitio arqueológico de Sacsayhuamán

Sacsayhuamán se construyó durante el gobierno del Inca Pachacutec (1400 a 1471) durante el siglo XV. Se dice que ya había algunas construcciones en el lugar, pero se construyó sobre ellas con el fin de levantar este magnífico recinto. La edificación de Sacsayhuamán toma aproximadamente de 50 a 70 años y según cuentan los cronistas, se necesitó el trabajo de 20.000 hombres para lograrlo.  Aunque la construcción comienza con el Inca Pachacutec, se termina durante el tiempo de Huayna Capac en el siglo XVI.

Hoy en día solo queda una pequeña parte de lo que fue en su tiempo la hermosa fortaleza de Sacsayhuamán.

Cuál es el rol que cumple Sacsayhuamán durante el Imperio Inca

No se sabe con exactitud cuál fue el propósito de la edificación de piedra. Algunos cronistas afirman que se trataba de un centro ceremonial religioso, lugar de celebraciones, ritos y pagos a la tierra. Un espacio mágico desde donde se podía contemplar la ciudad entera. Ciertos investigadores sostienen que pudo ser un centro de entrenamiento militar, donde los soldados del Imperio recibirán todos los conocimientos de sus líderes militares. Pero con la llegada de los colonizadores españoles, Sacsayhuamán funge como fortaleza de guerra, y prueba su eficacia para los fines bélicos, pues es desde ahí donde se repele el ataque de los invasores.

Dentro de Sacsayhuamán, se encontraron grandes almacenes para alimentos y armas, y también canales para la distribución del agua.

Características de la construcción

Sacsayhuamán está construido con enormes piedras de hasta 125 toneladas de peso, con 5 metros de altura y 2.5 metros de ancho. Tiene un muro construido en zigzag, grande, imponente y extenso y varias otras construcciones a su alrededor como una cisterna para captar y almacenar el agua de la lluvia, acueductos, túneles y torreones.

Seha podido establecer que en este lugar se celebraba la importante fiesta en honor a Inti Raymi o la fiesta del Sol, cada 24 de junio la fortaleza Inca era teatro de festejos ceremoniales. Esta fecha es muy importante, pues es el solsticio de invierno del hemisferio sudamericano y al ser el Sol el dios más importante de los antiguos peruanos del Tahuantinsuyo, su fiesta es de las más importantes para las tradiciones andinas. Es también el día del año nuevo Inca.

En Sacsayhuamán existe una gran cantidad de historia y tradiciones que al exploradas e investigadas revelan una imagen más completa y profunda de lo que pudo ser la vida dentro del Imperio Inca.

Inca Pachacutec

El Inca Pachacutec nació bajo el nombre de Cusi Yupanqui. Luego de dirigir a su ejército y vencer a los chancas, El Inca Huiracocha, padre de Cusi Yupanqui, lo nombró Inca y su sucesor en el año 1438 y entonces se convirtió en Pachacútec Inca Yupanqui Cápac Inti Churi, que significa Inca del cambio del rumbo de la tierra, digno de la estima del Soberano hijo del Sol. Pachacutec fue el noveno Inca y quien llevó a su gente a convertirse en el Imperio del Tahuantinsuyo.

Destrucción de la fortaleza

En el año 1536, un grupo de rebeldes atacó Sacsayhuaman con el fin de derrotar a los españoles y recuperar el control de Cusco. Al verse sorprendidos, más no derrotados, los españoles destruyen Sacsayhuamán para evitar un nuevo ataque de los rebeldes de Vilcabamba.

Cosmovisión andina y urbanismo

La concepción del universo que tenían los Incas, abarcaba un gran espectro que incluía como eje principal, la armonía entre la vida del hombre y la naturaleza generosa que los albergaba. Es por esto que cada construcción o centro urbano, respetaba el paisaje y era edificado tomando la forma de algún animal representativo de la cosmovisión andina.

La ciudad de Cusco tenía la forma de un puma del que Sacsayhuamán era la cabeza.

Sacsayhuamán está compuesta por muchos elementos. Uno de ellos es el torreón llamado Muyucmarca, del que el guerrero Inca Titu Cusi Huallpa se lanzó para no ser tomado prisionero por los conquistadores españoles.  Titu Cusi Huallpa es conocido como Cahuide y Muyucmarca como la Torre Cahuide.

Aún hoy sostiene la leyenda que en la ciudad existen caminos subterráneos que unen Sacsayhuaman con el Coricancha. Aunque no se ha encontrado evidencia de que esto sea cierto, se pueden ver claramente dos cuevas. Ambas son angostas y por precaución no se permite el acceso a los viajeros a una de ellas.

Yo soy la gracia incaica que se roe

en aúreos coricanchas bautizados

de fosfatos de error y de cicuta.

A veces en mis piedras se encabritan

los nervios rotos de un extinto puma.

Un fermento de Sol;

levadura de sombra y corazón!

Destacados aedas de la América latina -como Pablo Neruda, Gabriela Mistral y el enorme Cesar Vallejo- han escrito versos sobre las sombras que el enorme imperio del Tahuantinsuyo aun arroja sobre nuestro presente y los secretos que esconde en el profundo vientre de Los Andes.

Jorge Calvo - Noviembre 2024