¡¡¡ ADIOS PEPE AMIGO… EL PUEBLO SIEMPRE ESTARA CONTIGO ¡

“¿qué valor tendría la vida si nos quitan la ilusión de construir una vida un poco mejor?”  - josé “pepe mujica”, ex presidente de uruguay

EDITORIAL: 20 DE MAYO 2025

Las fuerzas progresistas del mundo están de duelo…ha partido en un viaje sin retorno una de sus figuras más emblemáticas y transversales, mas integras y consecuentes en su respeto por la Democracia, la Solidaridad, la Diversidad  y el Derecho de todos y todas a vivir en paz y en Dignidad.

Tras una larga lucha contra el cáncer y a solo días de cumplir 90 años, ha fallecido  José Mujica, quien  fuera presidente de Uruguay entre los años 2010 y 2015, una de las  personalidades políticas más notables de su país y un referente para los movimientos progresistas de Latinoamérica y del mundo.

De trato afable y cercano, lejos de todo protocolo y de las formalidades  observables entre quienes forman parte de los círculos del poder político, académico y social, José Mujica, cariñosamente llamado por todos simplemente como  “El Pepe”, se caracterizó siempre por su sencillez, su cercanía con la gente y por sus profundos vínculos y compromiso con los sectores más vulnerables de su amado país.

De una autentica  vida en la austeridad y la sencillez, mientras fue presidente opto por vivir en su modesta chacra - en las afueras de Montevideo – que trasladarse a la residencia Presidencial, como le correspondía por su alta investidura. Sin el mayor interés por alcanzar logros materiales, destinaba  cerca del 90% de los ingresos que percibía por el ejercicio de cargos políticos, al financiamiento de obras sociales y la puesta en marcha de  instituciones educativas de carácter técnico, las que estaban dirigidas a los jóvenes de menores recursos del Uruguay.

 Por todo esto y más, para muchos el ex Presidente Mujica fue un verdadero  “símbolo de sencillez, coherencia y humanidad en tiempos de ruido”

Quizás en esta última frase estén contenidas  las claves para comprender por qué durante la última etapa de su vida  - más aun después de reciente muerte - su figura “crece y se agiganta” y así seguirá creciendo en la memoria de los jóvenes, de las minorías postergadas y de los oprimidos de cualquier parte del mundo, hasta transformarse en un faro de esperanzas y anhelos, de coherencia política y humanidad, en momentos donde afloran de manera alarmante el individualismo, la intolerancia, el odio y la violencia como instrumento de dominio y control social; como siempre ejercido por los grupos de poder en contra de las necesidades y los intereses  de los sectores más vulnerables.

Nacido en  el seno de una familia de pequeños propietarios agrícola, José Mujica era descendiente de un padre de origen Vasco español y de una madre de origen italiano. Su juventud se caracterizó por una creciente inclinación por las problemáticas políticas y sociales; Intereses que compartía con las labores del campo y el cultivo de flores; actividad que ejercía como una forma de aportar ingresos a su familia debido a que padre y Jefe de Hogar había fallecido cuando él tenía solo 8 años.

Con evidente brillantez intelectual y condiciones de liderazgo, rápidamente logro destacar como un dirigente  estudiantil carismático y un excelente orador, con solidas convicciones y compromiso con los cambios. Al terminar sus estudios secundarios ingresa a la política transformándose en un miembro activo del sector más progresista del Partido Nacional, también conocido como el Partido Blanco; colectividad política fundada el año 1836 y uno de los partidos más antiguo del Uruguay y de toda América Latina.

De esta manera un joven José Mujica se consagro a la vida política asumiendo un perfil inequívocamente  vinculado a los sectores de izquierda y próximo al pensamiento marxista. Intelectualmente inquieto y ávido de conocimientos en distintas temáticas, fue capaz de renunciar al  aprendizaje formal que se adquiere en las aulas y reemplazarlo por una permanente formación autodidactica mediante la lectura; afición que lo acompaño durante toda su vida y que jugaría un rol fundamental en la conservación de la cordura y la salud mental durante los largos 13 años que debió permanecer recluido como preso político.

 A mediados de los años 60´ - década caracterizada por profundos cambios políticos, sociales y culturales en todo el mundo –  el Ex presidente Mujica, experimenta un cambio sustantivo en su pensamiento político, tornándose más radical al momento de pensar en las trasformaciones y la lucha por el poder; en sintonía con su nuevo pensamiento decide ingresar al llamado Movimiento de Liberación Nacional, más conocido como “Movimiento Tupamaros”, donde coexistían diversas tendencia ideológicas, todas ellas vinculadas a la izquierda.

 Una vez nacido “Los Tupamaros”, el movimiento decide asumir una oposición armada y clandestina en contra del gobierno de la época. Resulta fácil pensar que el triunfo de la Revolución Cubana se convirtió en un referente político ineludible y un ejemplo a seguir por el nuevo movimiento, el que  rápidamente asume la vía armada e insurreccional como forma de lucha, protagonizando a partir de ese momento, numerosas acciones armadas en las que el propio José Mujica participo activamente.

 Convertido en Guerrilla Urbana, el Movimiento Tupamaro se mantuvo activo durante las décadas 60´  y 70´. Fue durante el Gobierno de Jorge Pacheco  - con evidentes tintes autoritarios- que se intenta sofocar con medidas represivas, la violencia ejercida por los Tupamaros, quienes adquirían notoriedad internacional por sus audaces acciones armadas, las que incluían secuestros de personalidades, atentados con explosivos y robos de bancos. En este convulsionado clima  de violencia política irrumpe el Ejército Uruguayo quien desata la llamada “guerra sucia” que termina por derrotar militarmente a “Los Tupamaros”

Durante los 12 años de la  Dictadura Cívico – Militar que gobernó el país, el Estado de Derecho quedó suprimido y se instauró un gobierno “de facto “ controlado por las Fuerzas  Armadas.  En este nuevo clima represivo Mujica y sus compañeros fueron apresados y brutalmente torturados, debiendo soportar condiciones carcelarias inhumanas, las que incluían, diminutos espacio de aislamiento, celdas minúsculas, vejaciones y frecuentes  malos tratos.

Una de las medidas más  empleadas por las fuerzas represivas, fue mantener a sus principales dirigentes presos en calidad de "rehenes"; Hecho que suponía la clara advertencia según la cual, ellos serian que ejecutados, si su organización – ya vencida y desarticulada -  retomaba el camino de  las acciones armadas. En lo que respecta a José Mujica, éste permaneció  encarcelado en 4 ocasiones y  en la más completa ilegalidad, sin ser nunca juzgado ni recibir acusación alguna en su contra.

En Marzo de 1985 una vez recuperada la democracia y  según la Ley de Amnistía promulgada el año 1984, quedan en libertad todos los reos por motivos políticos que hubiesen sido privados de libertad por delitos cometidos a partir del  1° de enero de 1962.

A escasos días de recuperada su libertad, José Mujica informa a las nuevas autoridades democráticas y al conjunto del país, que el Movimiento Tupamaros había renunciado  a la lucha armada  y que aceptaba las reglas del  juego democrático recuperado por la civilidad.

 Desde ese momento José “Pepe” Mujica se ira transformando en una  figura gravitante  en el escenario político uruguayo post dictadura, promoviendo en primer lugar, la idea según la cual, el Movimiento Tupamaros  sea incorporado a la alianza de partidos progresistas y de izquierda (Frente Amplio); hecho que se materializaría recién el año 1989. Se iniciaba para José Mujica un largo periplo por la vida política uruguaya que lo llevaría de manera progresiva a ocupar distintos cargos públicos, hasta alcanzar la primera magistratura del Uruguay.

 La figura de José Mujica – no exenta de detractores por su pasado como guerrillero – transcenderá su época  por su  labor inagotable  -aun a  riego de su propia vida – en favor de una vida digna para los olvidados de siempre; con indudable capacidad negociadora, supo acercar posiciones aun con sus más acérrimos adversarios políticos  y desterrar cualquier vestigio de rencor o deseos de venganza,  en contra de quienes fueron sus implacables verdugos durante los largos 13 años en que vivió el más despiadado e irracional de los cautiverios .Es probable que éste sea el rasgo más admirable de su vida. Promover los acuerdos y el entendimiento más allá de las diferencias, velar por el bien común y vivir una vida austera, ajena a toda ostentación y comprometido con los desposeídos de siempre.

Así al menos lo comprendieron los miles de estudiantes, trabajadores, dueñas de casa, minorías sexuales y ancianos  que se agolparon en las calles de Montevideo para  darle su último adiós al compañero Pepe, Así lo comprendieron los altos dignatarios y las miles de personas que desde distintas partes del planeta lo admiran y se nutren de sus palabras esclarecedoras, visionarias y auténticas.

Ha muerto José “Pepe “Mujica…. sin dudas un hombre notable.

CORPORACION SOLIDARIA UTE-USACH