Glenn Meza – Para UTE-NOTICIAS -  29-10-2025

Le expliqué que salvo en el caso de la agrupación de fuerzas sociales tan progresistas que se fueron acumulando por décadas en el caso de la UP y Allende, uno ha aprendido a apoyar la alternativa menos mala para el pueblo, la  que permita algún avance frente a alternativas abiertamente de derecha.

Que no hay que perder el voto en alternativas muy respetables como la de Artés, pero que representan un saludo a la bandera de lo que uno quisiera, pero que no alcanza ni al 1% de lo que quiere el resto del país.

Y que en política es clave ir cerrándole el camino a las derechas, junto con abrirle paso a alianzas que si bien no van a hacer la revolución, van a  ir abriendo espacios para que en el país la discusión se centre más en los derechos de los trabajadores que en las ganancias empresariales.

Y en una de ésas, si el pueblo se moviliza y sale a la calle por sus derechos, se logra avanzar también varios pueblos, con el apoyo de una mujer como Jara  que quiere lo mismo que ellos, pero que no tiene las fuerzas por sí sola para hacerlo.

Cuanto realmente se avance no sólo depende del Programa, sino que mucho más del apoyo popular en las calles, que es lo que rompe con la discusión de las élites por los grandes medios de prensa de los dueños del país.

Ahí es donde las masas rompen los equilibrios comunicacionales empresariales y se empieza de verdad a discutir con la fuerza del pueblo en la calle.

Si por ejemplo los trabajadores del cobre inician grandes movilizaciones por su nacionalización, que derivan en grandes huelgas sindicales, es muy importante una presidenta  atenta a escucharlos que envíe el proyecto de ley correspondiente en acuerdo con los trabajadores, para que esas grandes iniciativas prosperen.

Uno de derecha se hace el gil y peor, lo más posi ble es que termine   reprimiendo esas huelgas en beneficio del "orden" y hasta en una nueva matanza obrera.

La política tiene períodos de mucha calma por la superficie, períodos en los cuales se va incubando por abajo la próxima ola que vendrá. Luego otra calma y así suma y sigue.

Hay que vivir muy atento para ir creando la próxima ola, pero siempre con las masas, no aislándose nunca de ellas, la revolución la hacen los pueblos, no unos pocos, por más buenas razones que ésos pocos tengan.

Mi nieto lo está pensando, pero entendió que una cosa es lo que se quiere y otra la que se puede, y que lo que se puede es con grandes mayorías y movilización popular.

Le expliqué que yo no comparto las posiciones de JJ respecto a Cuba y Venezuela, pero ella es la líder de una coalición que sería una bolsa de gatos de otro modo, y la derecha haciéndose un festín diario con esas contradicciones.

Pero que sé también que se puede avanzar varios pueblos con ella, más allá de no compartir algunos de sus planteamientos. Es mucho más lo que se puede ganar que lo que se puede perder con ella.

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