Por El Clarín de Chile 31 octubre, 2025
La última encuesta de La Cosa Nostra confirma una tendencia que comienza a consolidarse en el mapa político: Jeannette Jara amplía su liderazgo y se instala como la figura más fuerte de cara a las elecciones presidenciales del próximo 16 de noviembre, mientras la derecha se dispersa entre tres candidaturas que compiten por el mismo electorado.
El estudio ubica a la candidata oficialista con un 33,5% de las preferencias, consolidando un avance sostenido en todas las mediciones recientes. En un segundo pelotón, Johannes Kaiser (Partido Nacional Liberal) y Evelyn Matthei (Chile Vamos) aparecen empatados con 19,3% cada uno, dejando en un inédito tercer lugar a José Antonio Kast, el líder del Partido Republicano, que retrocede al 17,7%.
El resultado marca un cambio estructural en la correlación de fuerzas del bloque opositor: Kaiser y Matthei le disputan a Kast su hegemonía dentro de la derecha, abriendo una grieta que podría fragmentar aún más el voto conservador en primera vuelta.
Una derecha tripartita y sin liderazgo claro
La irrupción de Kaiser como figura competitiva, que incluso supera al fundador del Partido Republicano, confirma un fenómeno que la propia derecha había negado: la erosión del liderazgo de Kast tras años de capitalizar el descontento social desde el discurso autoritario. El crecimiento de Kaiser —más joven, más provocador y con un discurso liberal-populista— le arrebata protagonismo y conecta con un electorado que busca una alternativa al tono moralista del republicano.
En paralelo, Matthei mantiene su piso sólido en los sectores más tradicionales y moderados de la derecha, pero sin lograr diferenciarse del todo ni del ideologismo de Kast ni del histrionismo mediático de Kaiser. El resultado es una dispersión que debilita a todo el bloque frente a la candidatura de Jara, que sigue creciendo sobre la base de un discurso social y reformista, pero también de una imagen de estabilidad frente a la polarización.
El liderazgo de Jara se afirma en un escenario incierto
Con un tercio del electorado, Jeannette Jara se consolida como la figura central del oficialismo y del escenario político en general. La encuesta de La Cosa Nostra la muestra no sólo como la más votada, sino también como la más reconocida entre los segmentos populares y de clase media, con un 38% de apoyo decidido y otro 6% que se inclina probablemente por ella.
Sin embargo, los escenarios de segunda vuelta mantienen una advertencia: Jara perdería frente a cualquiera de las tres principales figuras de la derecha. Kast la supera con un 56% frente al 44%, Matthei con un 61% frente al 39%, y Kaiser con un 55% frente al 45%. La diferencia radica en el grado de convicción: el voto por Kast y Matthei sigue siendo más duro y movilizado que el del oficialismo, lo que deja abierta la incógnita sobre la capacidad de Jara de expandir su base en una segunda etapa.
Un electorado dividido y un país sin centro
La encuesta también confirma el vacío de centro político. Franco Parisi (4,5%) y Harold Mayne-Nicholls (4,3%) apenas asoman como opciones testimoniales, mientras Marco Enríquez-Ominami y Eduardo Artés no logran despegar. La contienda, cada vez más polarizada, se estructura en torno a dos ejes: el reformismo progresista de Jara y la multiplicación del discurso conservador en tres expresiones distintas de la derecha.
En ese marco, la elección de noviembre se perfila como la más incierta desde el retorno a la democracia. Si el oficialismo logra sostener su cohesión y la derecha no define una estrategia unitaria, el país podría asistir a una segunda vuelta marcada por el voto de rechazo, más que por la adhesión a un proyecto.
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