Por Antu – Para UTE-NOTICIAS – 01-11-2025
Tienen una gran importancia geopolítica debido a su papel fundamental en la economía y tecnología moderna
Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos que, aunque generalmente se encuentran en pequeñas cantidades en la corteza terrestre, poseen propiedades únicas que los hacen esenciales para una variedad de aplicaciones tecnológicas e industriales. Estos elementos incluyen el escandio, el itrio y los 15 lantánidos, que van desde el lantano hasta el gadolinio. A pesar de su nombre, las tierras raras no son particularmente "raras" en términos absolutos, sino que son dispersas geográficamente y difíciles de extraer en grandes cantidades, lo que ha contribuido a su percepción como recursos estratégicos y valiosos.
La importancia económica de las tierras raras ha crecido exponencialmente en las últimas décadas debido a su papel fundamental en la fabricación de tecnologías de punta. Son componentes clave en imanes permanentes, pantallas LCD, turbinas eólicas, baterías recargables, catalizadores en vehículos y dispositivos electrónicos, entre otros. Por ejemplo, el neodimio, un componente de los imanes potentes, es indispensable para los motores de los vehículos eléctricos y los dispositivos electrónicos modernos. Sin embargo, su extracción y procesamiento son complejos y costosos, lo que hace que su suministro esté estrechamente vinculado a la seguridad tecnológica y económica de los países.
La competencia entre Estados Unidos y China por el control y acceso a las tierras raras ha sido uno de los temas más relevantes en el contexto de la geopolítica global en los últimos años. China domina actualmente la producción mundial de estos elementos, representando más del 60% de la extracción y procesamiento global. Esto le confiere una posición de dominio que ha generado preocupación en otros países, especialmente en Estados Unidos, que busca reducir su dependencia de China para garantizar el suministro de estos materiales.
La dependencia excesiva de China en la cadena de suministro de tierras raras ha llevado a Estados Unidos y otras naciones a tomar medidas para asegurar el acceso a estos recursos. Estados Unidos ha impulsado la revitalización de su propia minería de tierras raras, inversión en tecnología de procesamiento más limpia, y alianzas estratégicas con países como Australia y Canadá, que también poseen importantes reservas de estos elementos. Además, en el marco de la competencia global, se han establecido esfuerzos para desarrollar nuevas tecnologías y materiales alternativos que puedan reemplazar las tierras raras en ciertos usos, buscando disminuir su vulnerabilidad ante interrupción.
Por otro lado, China ha capitalizado su liderazgo en el mercado, realizando inversiones masivas en minería y tecnologías de procesamiento, y controlando una parte significativa de la cadena de valor, desde la extracción hasta la fabricación de productos terminados. La estrategia china ha sido consolidar su posición como el principal proveedor mundial y ampliar su influencia en mercados emergentes y en desarrollo.
Esta rivalidad geopolítica tiene implicaciones no solo en los precios y disponibilidad de las tierras raras, sino también en la lucha por la innovación tecnológica y el liderazgo en industrias clave, como la energía renovable, la defensa y las telecomunicaciones. La seguridad del suministro de estos recursos se ha convertido en un elemento estratégico para la seguridad nacional, motivando a muchos países a buscar una mayor autosuficiencia o alianzas diversificadas para reducir riesgos.
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