Por: Germán Silva Cuadra. Psicólogo, académico y consultor
El Mostrador. 3 noviembre, 2025
En 2021 el país estaba convencido de que el Presidente saldría entre Jadue y Lavín. Tiempo atrás, todo indicaba que Evelyn tenía la carrera ganada. Claro que ella aún puede lograr el objetivo, pero peleándolo hasta el último minuto.
Parto esta columna haciendo un homenaje al gran Tito Noguera. Pero no al hombre de teatro –debe haber partido feliz viendo el reconocimiento de Chile y sus pares– sino al hombre comprometido con la democracia, con un país más justo, a quien me tocó conocer durante muchos años de mi juventud.
Ocurrió en plena dictadura gracias a María Piedad y Amparo, cuya madre, Isidora Portales –una mujer extraordinaria–, que tenía la difícil tarea de productora del Ictus, nos enseñó con valentía la defensa de la vida, los DD.HH. y la democracia. Las casas de Enrique Foster y de Isla Negra fueron siempre un refugio, un lugar de debate, de reflexión, de compromiso. Lo mismo que en los veraneos en Cachagua con Tito y Claudia, su segunda señora. Fuimos aprendices de Tito y la Isidora y ellos dos luchadores por el retorno a la democracia.
El cariño y respeto expresado por la gente a este gran hombre, que partió un par de semanas antes de las elecciones, me ha generado una tremenda disonancia con la pobreza de ideas y el nivel que ha caracterizado esta elección presidencial y parlamentaria.
Sin duda, es una campaña en que la sobrepromesa de controlar la delincuencia, narcotráfico y la migración ilegal se ha convertido en una especie de oferta de supermercado barato, la que, por supuesto, no tiene ninguna, ninguna posibilidad de cumplirse en el corto ni mediano plazo: cárceles flotantes, expulsión de migrantes ilegales que se pagarán su pasaje (quizás lo más bizarro de todo), ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Bolivia, miles de drones, zanjas y otras ofertas llenan afiches, palomas y volantes, sin importar el color o el partido.
¿Y la salud?, ¿y la educación?, ¿y la cultura? Ni una palabra. No son tema, no existen.
Ha sido una campaña “asquerosa”, dominada por fake news, mentiras y falsas promesas, cargada con un lenguaje grosero, despectivo, en que han tratado de “parásitos” a todos los funcionarios públicos, sin excepción, incluyendo a los municipales y al personal de salud que atiende en hospitales, Cesfam y postas rurales; una campaña donde se califica de “atorrantes” a los que están en el Gobierno y un candidato se querella contra otro por ofensas; una campaña donde se dice que el país está en el suelo y se cae a pedazos, a pesar de que las cifras macroeconómicas dicen exactamente lo contrario y nos sitúan en el primer o segundo lugar en Latinoamérica en todos los rankings e indicadores.
En este contexto de pobreza intelectual y política que ha caracterizado las elecciones 2025, desde hace unos días rige la prohibición de publicar encuestas. Una norma absurda –en los últimos años han circulado sondeos en redes sociales hasta el día previo a los comicios– que demuestra la desconexión de la política con los tiempos y, por supuesto, con la gente.
Confirmando una tendencia que se viene expresando en todas las encuestas –LCN, Cadem, B&W, Criteria, Pulso UDD– en las últimas siete semanas, el candidato republicano viene cayendo de manera tenue pero sostenida (6 puntos según Pulso Ciudadano, 9 puntos para Cadem).
Es probable que esto se deba, por un lado, a la ambigüedad, respuestas evasivas y falta de claridad de sus propuestas, justo en la etapa final de la campaña, cuando la gente necesita tener más información para definir su voto. El ejemplo más claro de esto es la incapacidad de explicar de qué forma y dónde ejecutaría el recorte de 6.000 millones de dólares anuales. Incluso, llegó a decir que no lo hacía para no advertir a los 100 mil funcionarios públicos que quiere eliminar.
Sin embargo, el momento más complejo para JAK fue el titubeo respecto de la expulsión de casi 300 mil migrantes ilegales. Acorralado en el debate de Canal 13 por Soledad Onetto, señaló que sacará a 100 mil ilegales que copagarán su pasaje (¡plop!) por vuelo –a un costo de 100 millones de pesos, según él–, lo que significaría 2.800 vuelos, con un costo cercano a los 300 millones de dólares. Y eso, sin contar con que debe tener claridad de cómo negociará con Venezuela estos envíos, ya que hoy ni siquiera tenemos relaciones diplomáticas con ese país.
Kast tampoco ha dicho una palabra de los temas valóricos, que ha sido el eje de su relato durante los últimos 10 años, incluido el segundo plebiscito, cuando su partido quiso revertir las leyes de Divorcio y de Aborto en tres causales. Creo que esta falta de claridad se interpreta como una forma de eludir ciertos temas, lo que en política se entiende como un intento de pasar gato por liebre.
Algunas encuestas –como Cadem y Criteria– proyectaron un calce matemático en que cada punto perdido por JAK fue a parar a Kaiser. La Cosa Nostra, previo al inicio de la absurda veda de sondeos, concluyó que la caída de apoyo a Kast se repartió en partes iguales entre Evelyn y Johannes.
De hecho, su proyección final indica un empate perfecto entre ambos, 19.3%, con lo que desplazarían a Kast al cuarto lugar. En cambio, Pulso Ciudadano UDD, del sábado pasado, concluyó que la disputa por el segundo lugar –Jara gana la primera vuelta en absolutamente todos los sondeos– será entre Kast y Parisi, separados ambos por el margen de error (16.9% vs. 14%). A las 21:00 horas del domingo 16 podremos ver quién estuvo más cerca, porque, por el momento, las proyecciones difieren mucho unas de otras.
En resumen, las principales encuestadoras chilenas concluyen que JAK está seriamente amenazado de perder el segundo puesto que obtendrá la derecha para el balotaje del 14 de diciembre, aunque no es claro a manos de quién. Por cierto, si tomamos el promedio de todos los sondeos, quien podría tener mayores posibilidades es Kaiser, seguido de Evelyn, sin descartar a Parisi. Este último dato constituyó una sorpresa.
El economista, cuyo partido existe solo nominalmente, hizo esta vez su campaña en Chile, a diferencia de la experiencia digital desde EE.UU. en 2021. Eso podría significar un plus, pero que no lo reflejaba ningún sondeo, hasta Pulso Ciudadano UDD del sábado 1 de noviembre.
Por cierto, en caso de que JAK no logre pasar a segunda vuelta, sería una derrota brutal para el republicano, quien llegó incluso a disputar el primer lugar hace tres o cuatro meses. De darse ese escenario, se cumpliría una máxima que ya parece ser una regla en la política chilena: no por mucho madrugar amanece más temprano.
En 2021 el país estaba convencido de que el Presidente saldría entre Jadue y Lavín. Tiempo atrás, todo indicaba que Evelyn tenía la carrera ganada. Claro que ella aún puede lograr el objetivo, pero peleándolo hasta el último minuto.
Como hemos analizado en esta columna en las semanas previas, esta será la primera vez con voto presidencial obligatorio y eso puede significar más de una sorpresa e incluso un batacazo –como lo sería Parisi en el balotaje–, considerando que en 2021 votó apenas el 47.3% en la primera vuelta y un 55% en la segunda, pese a lo polarizados y competitivos que fueron esos comicios. Y ojo que los sondeos previos a la veda le dan alrededor de 30% a Jara.
Los analistas y medios han sepultado toda opción de la candidata del oficialismo en la segunda vuelta, pero en caso de que ella lograra acercarse al 40% y el rival no fuera JAK, sus posibilidades aumentan, pese al derrotismo de su propia coalición.
Tampoco sabemos si una parte del mundo de la ex Concertación se inclinará por la exalcaldesa, así como si la gente que busca estabilidad, además del combate a la delincuencia, se animará a votar por un Kaiser que cada día se asemeja más a Milei o Trump y que parece estar exacerbando un relato de ultraderecha, el que sin duda podría traer muchos problemas a Chile, como la bélica amenaza del candidato de que La Paz podría cambiar nombre –a buen entendedor, pocas palabras– y que procedería a cerrar la frontera, limitando el comercio entre ambas naciones.
Por cierto, le recomiendo al señor candidato revisar el tratado posguerra, que obliga a Chile a cumplir con esa obligación. Es un consejo solamente.
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