¿QUIÉN FUE ARTURO KAST, JEFE DE PROPAGANDA NAZI EN CHILE? LOS ORÍGENES DEL APELLIDO QUE MARCÓ LA DERECHA CHILENA

Por El Clarín de Chile  6 noviembre, 2025

Un documento de 1942 publicado en La Nación y recientemente reproducido por Democracia UDP menciona a un “Arturo Kast” como jefe de propaganda del partido nazi en Chile. Ochenta años después, el apellido vuelve al centro de la política nacional: José Antonio Kast, hijo de un exmiembro del Partido Nacionalsocialista alemán, encarna hoy la versión más dura y conservadora de la derecha chilena. ¿Casualidad o herencia? Entre la historia y la ideología, los Kast parecen unir las dos orillas del autoritarismo del siglo XX y XXI.

Un nombre en los archivos del nazismo chileno

La publicación de Democracia UDP, titulada Los nazistas en Chile, rescata un texto impreso en La Nación el 11 de junio de 1942, traducido de la revista norteamericana Free World. El artículo, que retrata la extensión de las redes nazis en Sudamérica, describe una estructura jerárquica instalada en Santiago y menciona explícitamente a Arturo Kast como jefe de propaganda del partido nazi en Chile, junto a agentes vinculados a la agencia alemana Transocean. La nota detalla la existencia de comandos regionales, agrupaciones armadas y actividades de espionaje que operaban abiertamente en el país durante la Segunda Guerra Mundial.

La referencia a “Arturo Kast” resulta sorprendente por la coincidencia del apellido y por el rol que se le atribuye: la dirección de la propaganda, un puesto clave dentro del aparato ideológico nazi. Sin embargo, hasta ahora no se ha encontrado una segunda fuente independiente que confirme su identidad, ni registros biográficos que lo relacionen directamente con la familia Kast conocida en Chile. El dato debe considerarse, por tanto, como una pista histórica relevante pero aún no verificada.

Michael Kast: del nazismo bávaro a la industria chilena

Lo que sí está documentado es la trayectoria del padre de José Antonio KastMichael Martín Kast Schindele, nacido en Baviera en 1924. Archivos del gobierno alemán, citados por The Washington Post y El País, prueban que fue miembro del Partido Nacionalsocialista desde el 1 de septiembre de 1942, cuando tenía dieciocho años. Tras la derrota de Alemania, emigró a Chile en 1950 junto a su esposa Olga Schindele. Se estableció en la comuna de Buin, donde fundó la empresa Cecinas Bavaria y levantó una familia numerosa que con el tiempo se integró a la vida pública chilena: su hijo Miguel Kast fue ministro de Pinochet; su sobrino Felipe, senador y exministro; y José Antonio, candidato presidencial.

La filiación de Michael Kast al NSDAP no es un rumor ni una acusación política, sino un hecho certificado por documentación alemana. No existen indicios de que haya enfrentado procesos judiciales, como muchos otros exnazis que emigraron a Sudamérica. Pero su biografía se inscribe en el fenómeno de la migración alemana posguerra, que llevó a miles de exmilitantes y simpatizantes del régimen a países del Cono Sur, entre ellos Chile, Argentina y Paraguay.

Chile y el nazismo: redes, propaganda y silencio

Durante las décadas de 1930 y 1940, el sur de Chile concentró una activa colonia alemana, próspera y cohesionada, que en algunos casos mantuvo fidelidad política a la Alemania nazi. Hubo escuelas, asociaciones culturales, periódicos y emisoras en idioma alemán. La Embajada germana en Santiago y las agencias noticiosas como Transocean difundían propaganda y coordinaron grupos locales. El propio texto de La Nación de 1942 advertía que el nazismo chileno contaba con “35 000 miembros, de los cuales 8 000 estaban organizados militarmente”.

Aunque el impacto real de estas organizaciones fue limitado por la geografía y la distancia, su existencia no fue marginal ni secreta. Incluso después de la guerra, Chile se convirtió en destino de exmilitantes y oficiales que buscaban reconstruir sus vidas lejos de Europa. El caso de Michael Kast se inserta plenamente en ese contexto: un inmigrante alemán que llegó con pasado nazi, fundó una empresa familiar y transmitió valores de orden, jerarquía y obediencia, los mismos que luego resonarían en la cultura política de la derecha chilena.

El eco familiar y político del apellido

Ochenta años después, el apellido Kast conserva un peso simbólico. José Antonio Kast se define como conservador, católico y anticomunista, y ha reivindicado públicamente el “legado de Pinochet”. Su proyecto político busca restaurar un orden autoritario, de disciplina y nación fuerte, ideas que —sin necesidad de trazar líneas directas— remiten a tradiciones ideológicas que su familia conoció de cerca.

La pregunta por Arturo Kast, el supuesto jefe de propaganda nazi en Chile, abre un nuevo flanco de interpretación: ¿existió un vínculo familiar o simplemente una coincidencia nominal? Por ahora, no hay pruebas suficientes para afirmarlo, pero el hallazgo aporta una pieza más al rompecabezas del nexo entre la colonia alemana, el nazismo chileno y la genealogía de la extrema derecha nacional.

Entre la historia y la memoria

Revisar estos hechos no busca construir escándalos retrospectivos, sino entender las continuidades culturales. En la historia chilena, el autoritarismo no nació con Pinochet ni con Kast; tiene raíces más profundas que cruzan océanos, guerras y generaciones. Los Kast —Michael, José Antonio y quizá Arturo— forman parte de esa larga trama donde ideología, poder y memoria se entrelazan.

Chile todavía arrastra los ecos de esas herencias: la fe en el líder, el orden impuesto desde arriba, la sospecha ante la diversidad. Mirar hacia atrás, incluso con cautela, es una forma de entender por qué ciertos discursos siguen encontrando terreno fértil en el presente.

Fuentes: Democracia UDP (Los nazistas en Chile, 2025); La Nación (11 de junio de 1942); The Washington Post (9 de diciembre de 2021); El País (9 de diciembre de 2021); Scielo Chile (Estudios sobre la colonia alemana y el nazismo en Chile).

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