By El Clarín De Chile 1 Febrero, 2023
La ministra en visita extraordinaria Marianela Cifuentes, de la Corte de Apelaciones de San Miguel, dictó sentencia de primera instancia en la causa que investiga los secuestros y homicidios de los profesores Hugolino Arias Navarrete, Víctor Galvez Norambuena y Nelson Medina Letelier, ocurridos a partir del 1 de octubre de 1973.
La magistrada condenó al teniente coronel del Ejército Alfonso Faúndez Norambuena y al capitán de la misma institución Jorge Eduardo Romero Campos, a la pena de 15 años y un día de presidio mayor en su grado máximo, en calidad de autores de los delitos de homicidio calificado, en grado consumado, de las tres víctimas.
Del mismo modo, ambos ex militares fueron condenados a tres años y un día de presidio menor en su grado máximo, en calidad de autor de los delitos de secuestro simple, en grado consumado.
Para el abogado querellante, Francisco Bustos, del Estudio Jurídico Caucoto Abogados, se trata de una sentencia importante y esperada “Nos parece una muy buena noticia conocer esta sentencia por el homicidio de estos tres profesores que fueron secuestrados el 1 de octubre y asesinados al día siguiente por personal de la Segunda Compañía de Fusileros de la Escuela de Infantería de San Bernardo. Fueron condenados dos oficiales por secuestro y homicidio, aunque la impunidad biológica salvó de cumplir a otros como Osvaldo Magaña y a una de las personas naturales que ha asesinado a más chilenos, que falleció y libró de responsabilidad, el capitán Víctor Pinto Pérez, quien fue además jefe de la unidad policial donde fueron detenidas las víctimas”.
En este sentido, Bustos agregó que “estamos conforme de la sentencia, con la determinación de hechos la calificación como crimen de lesa humanidad, pero vamos a presentar un recurso de apelación con miras a buscar penas mayores que reflejen adecuadamente la gravedad de estos hechos”.
Hugolino Arias Navarrete (35), Víctor Omar Gálvez Noranbuena (21) y Nelson Medina Letelier (23) todos profesores técnicos rurales de la zona de Linderos fueron detenidos el 1 de octubre de 1973, una vez reanudadas las clases tras el golpe militar.
Fueron detenidas desde la escuela en la que trabajaban por carabineros de la comisaría de Buin, siendo llevados, en primera instancia, a dicha tenencia, desde donde fueron retirados por militares de la Escuela de Infantería de San Bernardo. Luego fueron trasladados al campamento de prisioneros Cerro Chena, en donde fueron torturados y ejecutados al día siguiente.
De acuerdo a la autopsia, sus cuerpos presentaban múltiples disparos en el pecho y las cabezas. Solo los restos de Hugolino Arias y de Víctor Gálvez fueron exhumados y se logró comprobar sus identidades.