Por Luis Fuentes Mancilla - Ex Dirigente de la Universidad Técnica del Estado – Para UTE-NOTICIAS
Estamos ad portas de cumplir cuatro años desde el “Estallido Social “del 18 de octubre de 2019. Generado inicialmente por una manifestación espontánea de jóvenes estudiantes disconforme con el alza del pasaje de la locomoción colectiva en la Región Metropolitana, pero que en el fondo fue la explosión por treinta años de no ser capaz (el sistema político) de dar respuesta y solución real de las necesidades y demandas de la gran mayoría de chilenos. Fue el producto de 30 años de fluctuación de gobiernos de Derecha o centro izquierda. Desde la Concertación, Pasando por Nueva mayoría (Concertación + Partido Comunista) hasta Gobiernos de la Derecha más Dura, como Renovación Nacional (RN) y Unión Demócrata Independiente (UDI). Encabezado, estos últimos por el Empresario Sebastián Piñera, que había sido procesado en la década de los 80, por su estafa a un Banco.
Siempre fueron soluciones “dentro de lo Posible, o tal vez, como lo afirme anteriormente, menos que dentro de lo posible. Y cuando la Doctora Bachelet intento hacer reformas más profundas y estructurales, en su segundo gobierno, fue boicoteada por todo su conglomerado político. Incluso desde su propio Partido Socialista.
Este despertar de las bases sociales. De los trabajadores, desde el movimiento feminista, estudiantes y toda la sociedad fue una esperanza de que podríamos avanzar en cambios más profundos. Marcharon millones de personas a través de todo el país. En Plaza Baquedano, rebautizada como Plaza Dignidad, en Santiago. nos juntamos más de dos millones. Muchos concurrimos día a día a estas manifestaciones. el pueblo organizado por fin se pronunciaba contra la administración de los acuerdos entre políticos por la mantención del sistema neo liberal.
La respuesta del Estado y sus aparatos represores fue feroz. el Gobierno de turno, dirigido por Sebastián Piñera, saco toda su fuerza para reprimir. Esta represión se acercó mucho a lo sucedido en tiempos de la Dictadura. A muchos que ya lo habíamos vivido nos retrotrajo a esa época. Esta gran movilización social, espontanea, organizada y poderosa, puso en jaque a la clase política y, obviamente a la clase social y económica.
Este gran movimiento social trajo consigo, pérdida de vidas, mutilaciones, especialmente perdidas de ojos, prisión y torturas para mucha gente. Como producto de la fuerte represión. Incluso el Presidente de la republica hablo de “estar en guerra” y trato de sacar los militares a la calle, pero fue el propio ejército quien se negó a hacerlo. Y es en este clima de movilización social, en que la clase dominante se asusta. Entra en pánico y, a través de sus representantes en el Congreso logran un acuerdo con sectores de centro izquierda el 16 de noviembre del año 2019. para hacer un llamado a Plebiscito con el objetivo de votar el termino o cambio de La Constitución de Chile, dictada en 1980. Y escrita por Jaime Guzmán y ratificada por la “Comisión Ortuzar “compuesta por 8 personas, entre ellos, quien presidio esa comisión; Enrique Ortuzar y el mismo Jaime Guzmán. Con este acuerdo parlamentario se diseñó un itinerario conducente a cambiar la constitución vigente.
Se votó si esta Constitución se eliminaba y si la nueva la escribiría una Comisión Mixta (50 % representante del Congreso y 50% elección popular) 0 una Convención Constitucional elegida por elección popular. Y casi un 80 % voto que debería ser 100 por ciento electa en elección popular. Y también casi un 80 % voto que quería cambiar la constitución de la Dictadura (aunque sufrió algunas reformas durante la Democracia, en su esencia seguía siendo la misma del 80).
Se eligieron los constituyentes y la mayoría de ellos era del mundo que quería cambios. Se trabajó más de un año en crear esta nueva Constitución y para que cada tema quedara registrado en ella se requería de 2/3 de los electos. Y logro poner sobre la mesa cambios significativos y sortear este alto quorum de las Convención. se puso en la mesa el cambio del Alma de la constitución del 80. como es cambiar el “Estado Subsidiario “ ( en que todo lo manejan los privados, salud , educación, minería, etc, y cuando ellos no dan abasto o no son capaces, recién ahí puede intervenir el estado) por el concepto de “Estado democrático y Social de Derecho” ( en que el estado es responsable y debe asumir estas tareas fundamentales para el bienestar de toda su población) , se habló de vivienda digna, de Salud , de Educación gratuita y de Calidad, de Eliminar el Senado altamente desprestigiado, por corrupción, se habló de pensiones dignas, etc. Y, claro, tanto la convención, como sus convencionales sufrieron un ataque feroz, de los mismos de siempre. Todos los administradores del poder, aliado con el gran capital y defensores del Neo Liberalismo. Invirtieron mucho dinero para desarrollar una política de desinformación, entre la misma gente favorecida por estos cambios. Quienes sin leer el texto el 4 de septiembre de 2022. Vota mayoritariamente rechazo al nuevo texto de Constitución.
Y así estamos hoy, octubre de 2023. Al final de un proceso de reforma a la Constitución del 80. Con un consejo Constituyente, con Comisiones de Expertos y Con Comisión de Armonización nombrada por el Senado. es como digno de Ripley.
La comisión de “Expertos” de 24 personas ha sido elegida por el Senado y Cámara de Diputados, luego se eligió una “Consejo Constituyente” electo por votación popular en la misma forma en que se elige el Senado que en el fondo debe revisar y discutan el texto presentado por la “Comisión de expertos” y una Comisión revisadora, como Armonización que debe revisar y discutir los cambios realizados en el Consejo Constituyente.
O sea, después de cuatro años hemos vuelto atrás. A fojas cero. En este acuerdo emanado de los partidos políticos de todo el espectro se fijaron bordes y límites. Los cuales no se pueden modificar. Y en la elección de consejeros arrasan los republicanos y hoy están ad portas de un texto constitucional negacionista y regresionista. Que es un salto al pasado.
Y En este contexto nos encontramos, además, con que este año se cumplieron 50 años desde ocurrido el Golpe militar y asesinato del Presidente Salvador Allende. El 11 de septiembre de 1973 y miles de trabajadores más. Se cumplen 50 años de detenciones, muertes y tortura. 50 años de exilio y desaparecimiento. Y que paradójico a 50 años de este trágico acontecimiento en nuestro país y para la clase trabajadora. Hay muchos hechos que llaman a pensar.
Este año, con votos de todos los sectores políticos representados en el Senado (incluido el Partido Socialista, partido de Allende) se elige como Presidente de esa instancia del Parlamento a José Antonio Coloma Correa, Miembro del partido UDI. Activo colaborador de la Dictadura Pinochetista, nominado el año 1977, por Pinochet como Presidente de la FEUC (Federación de Estudiantes de la Universidad Católica) y entre 1977 y 1989 fue miembro del “Consejo de Estado” del Dictador.
El señor Hernán Larraín Fernández, asume en la Comisión de Expertos que deben redactar la Reforma a la Constitución del 80. Este mismo personaje que desde la Universidad Católica fue sostenedor del régimen dictatorial, que fue designado en 1975 por Pinochet al Consejo Nacional de Televisión, elemento Censurador. Y que fue un férreo y publico defensor de Colonia Dignidad, centro de detención y tortura y de Paul Scheffer líder pedófilo de ese lugar.
Es en este estadio en que como militantes de izquierda nos enfrentamos a conmemorar este año de aniversario de los 50 años del Golpe. Será difícil recuperar memoria. Ha sido un duro trabajo de rescate de testimonios y vivencias para no olvidar que aún tenemos compañeros (as) hermanos (as) amigos y amigas que no sabemos dónde están. Son miles y miles de familiares y amigos o amigas que, hoy, jamás han podido volver a su país natal, pues su vida, su familia trabajan, estudian y viven en los países que acogieron a sus padres.
Hoy cuatro años después del estallido, un joven, producto de la generación de “los Pingüinos” es Presidente de la Republica. Y otros son ministro de Estado.
Por la candidatura del Presidente Gabriel Boric, trabajamos arduamente, a contra marea de la decisión de mi partido que pactaba una alianza con la siempre vacilante Democracia Cristiana y llevaba otra candidata.
A pesar de las diferencias que podíamos tener. Nos la jugamos por él y pasó a segunda vuelta enfrentado con un conspicuo representante de lo más recalcitrante de la derecha chilena. Un representante del sector más fascista de la derecha. José Antonio Kast, de una familia latifundista del sector de Paine y cuyo padre es un responsable directo de la desaparición de cientos de campesinos de ese pueblo en tiempos de la represión de la dictadura Civil y Militar.
Hoy sabemos que, tenemos que seguir apoyándolo para que cumpla su periodo. Pero, ha sido un gobierno que ha ido de más a menos. Ha dado volteretas en muchos temas. solo un ejemplo, el Tratado Comercial Transpacífico, más conocido como TPP11. Que antes se oponían, hoy lo puso en discusión y ha sido aprobado y promulgado. Cuando estaba en sus manos haberlo retirado de la discusión parlamentaria.
Bueno, han pasado muchas cosas, pero creo que es importante poder ir avanzando en la búsqueda de caminos que nos conduzcan definitivamente a ser capaces de construir un chile más justo y equitativo. Donde quepamos todos, pero con igualdad de oportunidades.
Hoy, a poco de celebrar y conmemorar ese gran dia del estallido social y ante todo lo sucedido posteriormente nos lleva a la conclusión de que el sábado 17 de diciembre próximo deberemos votar en contra del texto emanado del actual Consejo Constitucional
Luis Fuentes Mansilla. - Octubre 2023.