Por Francisca Skoknic e Ignacia Velasco, LaBot – 31 de Julio 2023 SEGUNDA PARTE
Desde entonces no ha habido otras menciones en medios chilenos sobre el rol del consultor argentino en campañas políticas del vecino país, pese a que en Chile se publicaron numerosos artículos sobre los estrategas electorales, digitales y audiovisuales.
En los medios argentinos, en cambio, se le menciona como una pieza clave para el triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida, realizado dos años después, el 4 de septiembre de 2022. Cerimedo estaba en Santiago el día de la votación, como lo atestigua un video grabado por el medio mendocino Mdz, que tituló destacando “El rol crucial de un argentino para el Rechazo de la nueva Constitución”. En una calle donde se ve gente celebrando con banderas y se oyen bocinas, Cerimedo relata cómo se hizo la campaña y analiza el resultado. “En la campaña lo que hicimos fue informar, no vender un voto. La gente de Chile entendió que no era un buen texto, era un texto que le iba a hacer mal a Chile», dijo el empresario argentino.
Dos personas del equipo que lideró la campaña oficial del Rechazo, en la que participaban todos los partidos de derecha, descartan que Cerimedo haya participado. Una no lo conoce y la otra dice que su nombre “siempre está dando vuelta”, pero que él “trabaja muy desde la guerrilla de las redes”.
En su entrevista con el CLIP, Cerimedo aseguró que había sido contratado por un grupo de 52 organizaciones de la sociedad civil: “a mí me quiso contratar un grupo de empresarios, una especie de mesa de dinero, que me convenía económicamente. Pero tomamos otro camino para trabajar, que sea gente que tenga algún interés genuino en la Constitución. Logramos juntar 52 asociaciones civiles, les hicimos una propuesta de trabajo y ellos nos pagaron”.
El consultor asegura con confianza que su rol en el resultado del plebiscito fue determinante, aunque en Chile nadie le reconozca públicamente esa responsabilidad. El 6 de julio respondió a un meme que lo mostraba como el verdugo de la derecha en distintos países, diciendo “Chile, ganamos, Brasil 2018, ganamos… LLA (por La libertad avanza de Javier Milei) en agosto te cuento”.
En la citada entrevista, dijo haber trabajado en el primer plebiscito constitucional de 2020, en el que ganó el Apruebo, y atribuyó su fracaso a que veía todo desde su oficina de Las Condes, cuestión que corrigió en 2022. Más sorpresivo es que declaró haber trabajado con Sebastián Sichel en 2021, cuando se impuso en la primaria presidencial de la derecha tradicional. Luego, según él, se cambió de caballo y en la primera vuelta asegura haber trabajado con Franco Parisi. “Desde Zoom logramos tenerlo tercero”, se jactó el argentino, haciendo referencia a que Parisi nunca pisó Chile durante la campaña, que realizó desde su casa en Alabama. En el comando de Parisi le dijeron a esta alianza que no conocían a Cerimedo.
En el excomando de Sichel dicen que Cerimedo fue a ofrecer sus servicios, pero que no lo contrataron porque lo encontraron “chanta” (nombre coloquial para vendecuentos en varios países). Al preguntarle al coordinador de la campaña, Juan José Santa Cruz, en un principio ni siquiera sabía quién era Cerimedo y tuvo que consultarles a otros integrantes del equipo: “no me acordaba de él. Pregunté y dijeron que algo había tratado de ayudar, pero le dijeron chao por chanta”. ¡Ante este desconocimiento, Cerimedo nombró a personas con las que trabajó, como Andrés Chadwick Costa, de la agencia Tregua!, pero no fue posible confirmar con ellos.
En los últimos meses Cerimedo ha dado varias entrevistas en su país a propósito de su rol como asesor del candidato libertario Javier Milei. Aunque niega las acusaciones de desinformación, sí reconoce el uso de tecnología para generar cuentas automatizadas de redes sociales con el fin de posicionar mensajes políticos, tanto en Argentina como en Chile. En una entrevista con La Nación de Argentina reconoció que tenía “miles” de trolls: “los generamos con máquinas, con inteligencia artificial. Contamos con operadores que dan las instrucciones y las variables para crearlos, y después dejamos pasar tres, cuatro meses, para que el algoritmo, al peinar la red, no los agarre”.
También admite hacer lo que denomina “campañas negativas”, que distingue de las campañas sucias, en que se recurre a las mentiras. En Perfil lo ejemplificó con su experiencia en la campaña de Bolsonaro en Brasil: “en la campaña del 2018 él había hablado muy feo de los gays. ¿Cómo hicimos para revertir eso? Por WhatsApp empezamos a mandar miles de mensajes de trolls diciendo: ‘Yo soy gay. Bolsonaro podrá ser un nazi, pero la economía está bien y vamos a vivir más seguros’. A partir de esa influencia, parte de la comunidad gay lo apoyó” (ver más sobre su rol en Argentina y Brasil en el reportaje “La opaca historia de Cerimedo, el consejero de la derecha trumpista sudamericana”).