By Levque Cuchrel 2 junio, 2022 – EL CLARIN CHILE
Cuando todo huele mal y nadie hace nada por cambiar lo evidente, es válido pensar que muchos sacan provecho de los vicios del sistema, y no me refiero tan solo a la constitución del ochenta, sino a la venta de armas y municiones por parte de funcionarios activos de Carabineros y PDI, una historia repetida, pero no por ello menos indignante, uniformados vendiendo armas a delincuentes.
Reportajes de prensa nos informan que abogados son sorprendidos ingresando teléfonos a la cárcel, a sabiendas que sus receptores son quienes dirigen los actos delictuales que se generan en la capital: asaltos, portonazos, estafas, y un largo etcétera. Lo obvio sería instalar al interior de los recintos penitenciarios, una antena inhibidora de señal, pero si existen las celdas VIP, que podemos esperar.
Así suma y sigue, la ineptitud, ineficiencia e inoperancia de funcionarios e instituciones y las triquiñuelas en todo ámbito, nos enrostran que el poder del dinero corrompe a todo nivel. Ni hablar de los desfalcos institucionales, el abuso constante contra los consumidores con sobre precios, colusiones y constantes atropellos perpetuados por años.
Cómo creerle a los que jamás quisieron cambiar nada hasta que el estallido social no dio tregua aun siendo víctima de mutilaciones y atropellos a los derechos humanos.
Sabemos que el borrador de la nueva constitución tiene crispada a la derecha chilena que ha visto con temor como se pone en riesgo el poder acumulado por décadas. Los resquicios propios de la constitución del ochenta que ha favorecido el enriquecimiento de las diez familias más ricas de Chile -entre las que se incluye la familia del ex presidente Piñera- y un prolífero linaje de derecha que ha hecho de la política una lucrativa forma de vida, y que han zafado de la cárcel inexplicablemente, cuando es sabido que legislaron para dichos grupos de poder y lucraron con ello en desmedro de Chile.
Como olvidar el caso SQM y el financiamiento ilegal de la política, una jugada magistral de Ponce Lerou -yerno de Pinochet- que conoce de ambiciones y compró la política chilena al financiar literalmente a todos sin distinción. Situación que lo ha mantenido fuera del alcance del Servicio de Impuestos Internos, (SII) y la Ley. ¿El dueño del Litio de Chile, el petróleo del futuro, una ironía, ¿verdad?
Así la derecha ha intentado frenar el proceso constituyente desde sus inicios –cuando se iba a plebiscitar la idea de una constituyente, varios dejaron sus obligaciones para dedicarse a promover el rechazo- y como les salió el tiro por la culata, ahora quieren desprestigiar el trabajo generado por la convención constitucional y abogar por rechazar en el plebiscito de salida.
Es sabido que izquierda y derecha le han deseado lo mejor al gobierno de Boric, que, pese a las buenas voluntades, no logró disfrutar de una luna de miel y su mentada instalación en el gobierno dejó bastante que desear.
Nadie les pide que resuelvan los problemas de manera milagrosa, pero nada cuesta entender el poder con cierta humildad y buscar la asesoría de expertos en materias que necesitan ser resueltas. Por ejemplo, en el caso Mapuche, haber acudido al filósofo y académico Gastón Soublette, reconocido embajador emérito del pueblo Mapuche, y abogar por que su intermediación pudiese generar una llegada real con miras a solucionar un conflicto que se arrastra por décadas y que involucra factores que no son considerados en los análisis que generalmente se hacen de la macro zona sur.
No se habla de reparación y se trata de catalogar de terroristas a un pueblo que trata de vivir en armonía con la Pacha Mama. Por lo general, se habla de atentados terroristas; efectivamente vemos camiones quemados y los rollos de madera intactos en la carga o alrededores, la pregunta es ¿quién quema realmente? ¿Existen seguros comprometidos? bastaría con seguir el dinero. Sabemos que el negocio de la madera es lucrativo y existen negocios asociados a su robo, protección, resguardo, embarque y venta.
Por otro lado, está el denominado conflicto étnico, un ítem por el que la policía percibe sumas no menores que tienen carácter de gastos reservados y que como todos sabemos son dineros que a carabineros no les interesa perder. Por lo mismo hablar de terrorismo o actuar de modo terrorista en una macro zona con tantos intereses económicos, resulta muy conveniente según se mire.
Estos meses de gobierno no han estado exentos de problemas propios del proceso de instalación y una aparente sensación de inestabilidad que juegan a favor de la campaña del miedo que busca instalar la derecha.
Aunque tenemos mala memoria, los chilenos ya no estamos para cuentos, el secuestro y baleo del escolta del presidente o el robo a la casa de la ministra de defensa Maya Fernández, ¿una lamentable coincidencia?
¿Pero cuál es el punto? En cinco días roban dos veces la tienda de lujo de una diseñadora, en pleno barrio Las Condes, al lado de la municipalidad. Ladrones temerarios, qué duda cabe, pero actuar a sus anchas, a plena luz de día ¿dónde estaba la policía? Su ausencia es al menos sospechosa, de inmediato recordé la misma ausencia inexplicable durante el estallido social, otro recordatorio que en Chile no hay casualidades, “aquí los ricos te mean en la cara y dicen que está lloviendo”, una de las metáforas famosas que surgieron tras el estallido social.
Por otro lado, aparece Cristian Warken, “poeta”, hablando que el borrador presentado por la convención no está a la altura de Chile y que de ser aprobado tal cual, dividirá al país por décadas… Este individuo era el mismo que defendía la gran labor del ministro de Salud Jaime Mañalich, el incompetente que frente a la cartera de Salud que no fue capaz de cerrar las fronteras después de ver por meses en televisión la crisis mundial. Un títere manejado por Piñera, un “doctorcillo” con créditos académicos falsos y una larga lista de negligencias que culminaron con miles de compatriotas muertos. Saque sus propias conclusiones.
La campaña por el rechazo se hace más evidente, pese a que desde un inicio existe este afán de los grupos dominantes por mantener el poder a como dé lugar. El veinte por ciento del rechazo hará lo que haga falta para boicotear el proceso y abogará con uñas y dientes por mantener la constitución de Pinochet y sus privilegios, los mismos que comentaba Cecilia Morel, esposa de Piñera, tras el estallido social. Una postergación permanente para el pueblo de Chile que ve con indignación como se roban montos millonarios y siempre se nos dice que no hay plata para resolver los temas sociales.
Los poderosos no quieren cambios sociales, pese a que aparezcan los mentirosos de siempre que llaman a votar por el rechazo y que ello no cerrará el proceso de cambio constitucional, cuando sabemos que no quieren un Estado social de derecho, con salud de calidad garantizada, que termine con el negociado de las AFP y mucho menos que otorgue derechos o tierras a los pueblos originarios.
Un alivio que el plebiscito de salida sea con votación obligatoria, ya vimos en las elecciones presidenciales que la derecha es adoctrinada y concurre a votar. Confiemos en que prime la cordura y finalmente tiremos a la basura la constitución del dictador y empecemos a reconstruir un Chile digno para todas y todos.