Al igual que en las principales ciudades del país, en Santiago de Chile se retomó la marcha que va del centro de la capital hasta el Cementerio General, en homenaje y memoria viva de las y los luchadores sociales asesinados por la dictadura cívico militar y los gobiernos post-tiranía, tras el golpe de Estado de 1973, hace 48 años.
Miles de corazones se dieron cita en la Plaza Los Héroes, en plena Alameda, y entre lemas y banderas de diversas organizaciones políticas, sociales y de DDHH chilenas y de los pueblos indígenas, trabajadores, asambleas territoriales, ambientalistas, antipatriarcado y comunidad LGBTI+, migrantes, etc., iniciaron la caminata hasta el principal cementerio metropolitano. Como resulta habitual, las Fuerzas Especiales de Carabineros comenzaron a reprimir a los convocados con agua tóxica y gases lacrimógenos incluso antes de que iniciara la marcha, y con mayor violencia durante su transcurso.
El año pasado no pudo efectuarse la marcha debido a la pandemia de Covid 19, y este 2021 se retomó, guardando todas las medidas sanitarias de rigor, como el uso de mascarilla y el distanciamiento físico. Prácticamente todas y todos los participantes, y deducible por los rangos etarios de la caminata, ya recibieron las dos dosis de vacunación contra el coronavirus.
Mientras familiares, amigos y compañeros de quienes fueron asesinados por la represión militar y policial visitaban a sus deudas y les realizaban homenajes, una vez más, Carabineros ingresó al cementerio con sus carros blindados, terminando brutalmente con los momentos de recogimiento popular. Alrededor de 6 personas fueron detenidas.
Los aspectos distintivos de la marcha este año estuvieron en la exigencia colectiva de la libertad de las y los presos políticos de la revuelta social y del pueblo mapuche, y en la participación de nuevos activos y procesos político sociales, como las asambleas territoriales y el Referente Político Social, entre otras organizaciones disidentes. |