By Hugo Alcayaga Brisso - 11 febrero, 2022 – EL CLARIN CHILE
Dos de sus militantes fueron nombrados al frente de importantes ministerios: Maya Fernández (nieta de Allende) en Defensa y Carlos Montes en Vivienda. Y le correspondieron las subsecretarías de Interior (Manuel Monsalve) y de Educación Parvularia (María Isabel Díaz).
Con suerte, porque por sus propios méritos estaba claro que ya no dispondría de otra opción para reivindicarse ante la ciudadanía, el Partido Socialista tiene hoy una inmejorable oportunidad de seguir en pie, recuperar su identidad, reencontrarse con el pueblo, volver a La Moneda y reasumir funciones gubernamentales.
Lo hará convocado por la nueva administración del presidente electo Gabriel Boric, que se apronta a iniciar su periodo en marzo próximo en medio de grandes expectativas – aunque con gradualidad – y tratando de soslayar las dudas surgidas a partir del balotaje de diciembre pasado.
Cuando por la pérdida progresiva de votos, militantes e influencia parecía destinado a conformarse en su papel de actor secundario, este partido debilitado ha sido favorecido por la decisión del mandatario entrante que busca la ampliación de su base política más allá del pacto Apruebo Dignidad.
De los siete gobiernos que ha habido en la postdictadura el socialista es el partido que ha ocupado la presidencia de la República un mayor número de veces: tiene dos mandatos con Bachelet y otro con Lagos. Hasta años atrás contó con una fuerte votación en la coalición que se llamó Concertación, Nueva Mayoría, Pacto Social, etc., que tras sus reiterados fracasos terminó por desaparecer.
A la fecha el PS renovado no es socialista ni marxista, no es revolucionario, no se ubica a la Izquierda ni se identifica con la clase trabajadora, como ocurría hasta la dictadura, y de Salvador Allende se acuerda solo en los aniversarios. Aun navegando en un mar de ambigüedades sus contradicciones lo llevaron a adherir al programa de Boric “sin compromisos” ante la falta de otra alternativa.
Dos de sus militantes fueron nombrados al frente de importantes ministerios: Maya Fernández (nieta de Allende) en Defensa y Carlos Montes en Vivienda. Y le correspondieron las subsecretarías de Interior (Manuel Monsalve) y de Educación Parvularia (María Isabel Díaz).
El PS fue colocado por el nuevo gobierno en el mismo lote que el polo social demócrata de la desaparecida coalición de centro izquierda. También recibieron ministerios y subsecretarías – de acuerdo al inevitable cuoteo – el PPD, el PR y hasta un llamado Partido Liberal, de cuya existencia hay muchos que recién se acaban de enterar.
Los socialistas volverán a La Moneda el mismo mes en que darán comienzo a un necesario proceso de reformulación interna. Este proceso se iniciará con la elección de directivas nacional y regionales, y concluirá con un congreso ideológico en que se podrá confrontar la idea de que al interior de la colectividad la disidencia se ha hecho más fuerte que el oficialismo.
Será también la ocasión para la autocrítica y un debate sobre el inmovilismo que afecta al partido. Esta pasividad observada en los últimos años, coincidiendo con la “renovación”, se acentuó durante el todavía gobierno de la derecha empresarial, en que no se conoció proyecto de sello socialista alguno.
Tiempo suficiente tendrá el PS para reflexionar sobre lo que ha sido y lo que es hoy, cuando el llamado presidencial lo sorprendió como una tienda política en decadencia. Ello se debe a lo que se califica como un encorvamiento generacional, en que si bien es una tradición de Izquierda que entusiasma a muchos jóvenes, aún no inicia los trámites de jubilación a viejos y gastados estandartes alguno de los cuales permanecen todavía en el Senado.
La estampida de militantes que se ha producido deja al descubierto la ausencia de un proyecto socialista para Chile en la actual coyuntura. Las cúpulas directivas carecen de iniciativa política, como ha quedado de manifiesto ante la crisis provocada por el estallido social, lo que no sirve a los intereses del pueblo movilizado.
Al ser convocado a formar parte del nuevo gobierno el PS se encuentra ante la expectante posibilidad de retomar su rol protagónico en la vida nacional y volver a enarbolar las banderas del socialismo y de la Izquierda sin barreras en estrecha articulación con los movimientos populares.
GENTILEZA DEL CLARIN CHILE