Por Eton - jueves 11 de marzo – La izquierda diario
El gobierno y la derecha ya empiezan a analizar la propuesta del alcalde Lavín en utilizar los fondos del seguro de cesantía frente a la actual situación económica y sanitaria producto del COVID19, y por tanto no los ahorros de los fondos de pensiones. Sin embargo, la cuestión sigue siendo la misma ¿Por qué es el pueblo trabajador quien debe pagar la crisis?
Tal parece que las propuestas del actual alcalde de Las Condes y precandidato presidencial Joaquín Lavín, comienza a despertar interés al interior del parlamentó. Así quedó demostrado luego que el actual presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Javier Macaya, señalara abrirse a la posibilidad de que las personas puedan hacer uso de sus fondos de cesantía, frente a la crisis económica y sanitaria producto del COVID19 que se vive hoy en día. Una idea formulada por el edil de Las Condes, y la que desde el gobierno se ha mostrado un interés particular en poder analizarla, presentándose como una alternativa al tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones.
“Le hemos pedido al Ejecutivo que se abra a analizar esta opción” señaló el presidente la UDI de acuerdo a CNN Chile, agregando “vamos a ir al Tribunal Constitucional si avanza el tercer retiro”.
A dicha alternativa que contemplaría poder hacer un retiro entre los $400 mil y $1 millón desde las AFC, se sumaría también un “bono clase media”. Finalmente Macaya termina señalando “estos fondos de cesantía fueron hechos para momentos de crisis, me parece una herramienta que puede ser utilizada”.
La desafección e ignorancia absoluta de la casta política frente a la realidad del pueblo trabajador
Si es que algo queda claro, es que tanto para Lavín, como para Macaya y la derecha en su conjunto tienen una desafección absoluta por los problemas y urgencias del pueblo trabajador, en particular a más de un año de haberse extendido la crisis del COVID19.
Solamente basta recordar la miserable “ley de protección del empleo” que sigue en curso, y que sólo ha significado el resguardo de las ganancias de los grandes empresarios, a costa de la precariedad y el desempleo de decenas de miles de trabajadores, quienes han visto rebajados sus salarios, o han sido suspendidos de manera indeterminada teniendo que desde hace meses utilizar el dinero de sus ahorros.
Esta falsa e infame dicotomía entre “utilizo mi seguro de cesantía” o “utilizo mis pensiones”, trae consigo la misma trampa, y es que son las y los trabajadores quienes siguen pagando las consecuencias de la crisis sanitaria, mientras los grandes empresarios como Luksic o Piñera, incrementan sus fortunas.
Es hora ya de decir ¡Basta! Y darlo vuelta todo.
Debemos pelear por un súper impuesto a las grandes fortunas dirigido a solventar las necesidades básicas y elementales, frente al contexto pandémico que se agrava en esta segunda ola de contagio y fallecimientos producto del COVID 19.
Resulta fundamental luchar y organizarnos por un plan de emergencia que signifique aumentar la contratación de trabajadores de la salud para acabar con la gran sobrecarga laboral, destinar recursos para aumentar la capacidad de trazabilidad en los consultorios con el objetivo de controlar los contagios, aumentar la cantidad de exámenes PCR. A su vez, sueldos de emergencia equivalentes a la canasta básica familiar para todos quienes estén desocupados o suspendidos y también paralizar las actividades laborales no esenciales con licencias pagadas a todos sus trabajadores, sin despidos ni rebajas salariales.
En definitiva ¡Que la crisis la paguen los grandes empresarios!
GENTILEZA DE LA IZQUIERDA DIARIO