por Raúl Espina 6 octubre, 2022 – EL MOSTRADOR
Los senadores Matías Walker y Ximena Rincón (DC) volvieron a ser protagonistas en el debate por una nueva Constitución. Esta vez, por una jugada que podría interpretarse como una comedia de enredos o derechamente entenderse como una errática estrategia para recuperar la injerencia perdida en el debate constitucional, después de haber sido rostros del Rechazo. En menos de tres horas, pasaron de convocar a una mesa de diálogo alternativa a la mesa oficial, debido a la exclusión de las bancadas independientes, a sumarse al espacio oficial tras ser invitados, dejando botados a los independientes. Estos acusan a los senadores democratacristianos de utilizarlos para intentar retomar el rol protagónico que tuvieron meses atrás, durante la campaña del Rechazo. Mientras tanto, en la reunión bilateral de este miércoles entre oficialismo, oposición y DC, no se logró llegar a consenso en torno a las bases institucionales y, por lo tanto, no habrá documento conjunto oficial para presentar en la cita de este jueves.
El Gobierno del Presidente Boric asume con preocupación un escenario adverso, con dos episodios recientes que tensionan aún más su alicaída agenda: por un lado, las negociaciones entre el PDG y Chile Vamos que podrían impedir que la diputada oficialista Karol Cariola (PC) asuma la presidencia de la Cámara Baja en noviembre próximo, con el riesgo de que la derecha eventualmente pudiese alcanzar dicha posición de poder para, así, levantar su agenda propia; y por otro lado, el surgimiento de una mesa paralela de diálogo para la propuesta constitucional, que sesionará este jueves, a la misma hora y en el mismo lugar que el espacio de discusión oficial, o sea, la sede del Congreso Nacional en Santiago.
Después de que la mesa oficial de conversación decidiera crear un espacio más reducido para discutir en específico las bases constitucionales de la nueva propuesta –dando origen al denominado "grupo de los ocho"–, distintas bancadas y parlamentarios independientes hicieron notar su malestar, al sentirse excluidos del diálogo constituyente. Así se anunció este martes en el Senado por parte de un grupo de diputadas, diputados y senadores encabezados por Matías Walker y Ximena Rincón (DC), dando pie a la conformación de una mesa de diálogo paralela.
Lo extraño es que tres horas más tarde –y con el beneplácito del presidente de la Cámara, Raúl Soto– tanto Walker como Rincón fueron incorporados nuevamente a la reunión oficial de este jueves, causando malestar entre quienes depositaron su confianza en su liderazgo para promover el señalado espacio paralelo.
Se trata de una decisión que algunos parlamentarios de oposición consideran como "errática", interpretando que en dicha acción se pudo haber escondido la intención de ambos senadores DC de generar la atención necesaria para que fueran nuevamente convocados a la mesa de diálogo oficial, donde en la última reunión su tensionado partido ha estado representado por el también senador Francisco Huenchumilla. En tal sentido, los parlamentarios que se sienten traicionados por Walker y Rincón asumen que esta decisión podría ser parte de una estrategia para volver a ocupar un lugar de injerencia, después de haber perdido el protagonismo que tuvieron durante la campaña del Rechazo.
Al respecto, el propio senador Matías Walker explica que el propósito de la formación de esta mesa paralela se sustentaba en la idea de no excluir a nadie del diálogo, más allá de este "grupo de los ocho", donde –a su juicio– se daba la paradoja de que había mayor participación de personeros del Apruebo, algo "inentendible", en vistas de que esa fue la opción derrotada en el plebiscito de salida. De ese modo, el parlamentario agrega que esa petición de no exclusión fue rápidamente acogida por los presidentes de la Cámara y del Senado, por lo que decidió finalmente sumarse a la mesa oficial para "dar por zanjado el tema".
Además, Walker asegura que no fue su intención crear un espacio alternativo al oficial, sino que lo que se buscaba era "pedir que no se excluyera a nadie, donde planteamos que lo que corresponde es que participemos de una sola mesa". Sin embargo, integrantes de este espacio paralelo confirmaron que el solo hecho de que se reúnan este jueves a la misma hora en que lo haga la mesa oficial, es una muestra de que se quieren instalar como una instancia alternativa, que represente al mundo independiente y al mundo de las organizaciones civiles, quienes –a su parecer– se sienten marginados y excluidos de la discusión sobre la continuidad del proceso constituyente.
Desde el Partido Republicano, por ejemplo, el senador Rojo Edwards explicita que "lo que hemos visto hasta ahora es un permanente ánimo de exclusión, donde hemos observado que no se invita a ciertas fuerzas políticas, por lo que me parece que la forma en que se han conducido estas discusiones no es la adecuada, y el lugar para conversar es precisamente el Congreso".
Desde el oficialismo, en tanto, lamentan el surgimiento de este espacio paralelo, y critican la posición adoptada por los senadores Walker y Rincón. Una de estas voces críticas fue la del diputado y presidente de Acción Humanista (AH), Tomás Hirsch, quien lamentó lo que le parece "un berrinche de algunos senadores que no sé si todavía pertenecen o no a la DC, donde amenazar con que se va a formar un grupo aparte, creo que es totalmente contrario al espíritu que tienen que animar para avanzar hacia una nueva Constitución".
En ese sentido, Hirsch agrega que no logra comprender el interés de sumarse a esta mesa de conversaciones, de parte de parlamentarios contrarios a una nueva Constitución. "Si lo que estamos acordando es el mecanismo, el procedimiento y distintos aspectos respecto de cómo generar esa nueva Carta Magna, quienes no quieren participar de este proceso no entiendo por qué habrían de estar en la misma mesa. Los que están por una nueva Constitución son bienvenidos para conversar”, apunta el presidente de AH.
Pero lo cierto es que la instancia bilateral que reúne al oficialismo y oposición, además de la DC representada por el senador Huenchumilla, tuvo un duro revés este miércoles, en su tercera reunión en la sede del Congreso Nacional. Es que en el encuentro no se logró llegar a un acuerdo en torno a las bases institucionales de la nueva propuesta constitucional, por lo que todavía no cuentan con un documento que aúne las posiciones de los diferentes sectores políticos. Al respecto, el timonel del PC, Guillermo Teillier, dijo que "hemos ido determinando un borde más afinado que tome en cuenta las aspiraciones de ambos lados y que el órgano que se va a elegir tenga un amplio margen para la discusión, en eso hay acuerdo”.
El rol de Walker y Rincón, como respuesta al "grupo de los ocho"
Lo cierto es que los impulsores de este espacio paralelo de diálogo constituyente –entre ellos el PDG, Republicanos y parlamentarios independientes, como Kusanovic, Aravena y Castro, integrantes de la bancada RN– han provocado malestar en los partidos que integran las conversaciones oficiales, además de quienes lideran dicho proceso: el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), y su par de la Cámara de Diputadas y Diputados, Raúl Soto (PPD). Ambos parlamentarios promovieron la extensión de la mesa de diálogo de este jueves, sumando, además de Walker, a representantes de Republicanos y del PDG –quienes estarán en ambas instancias, la oficial y la alternativa– y entendiendo que Ximena Rincón no asistirá debido a un viaje fuera del país.
Desde el PDG, una colectividad que es protagonista en los dos episodios de mayor connotación política de la semana –es decir, tanto en el surgimiento de esta mesa paralela como la posible caída del acuerdo que nombra a Karol Cariola como nueva presidenta de la Cámara–, salen al paso de la polémica. Uno de los integrantes de su bancada de diputados e integrante de este espacio alternativo de discusión, plantea que "así como Chile Vamos y el oficialismo tienen reuniones bilaterales, nosotros como PDG, con distintas bancadas, con el mundo independiente y con las organizaciones sociales, también tenemos reuniones bilaterales. A la misma razón, la misma condición”.
Desde dicho conglomerado, el diputado Gaspar Rivas fue más explícito, asumiendo que "quizás los senadores Walker y Rincón no buscaban una mesa paralela a la cocina que están realizando a puertas cerradas los poderes constituidos, con las presidencias de la Cámara y del Senado, sino que lo que buscaban era en realidad hacer un gesto para que esa cocina abriera la puerta y desde ella se les invitara a participar de este espacio".
En tanto, el analista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, considera que la dupla Rincón/Walker fue protagonista en el contexto del plebiscito y luego –al menos hasta ayer– un simple actor de reparto en la discusión sobre la continuidad del proceso constitucional. Dado lo que interpreta como un predominio de los líderes del Apruebo en este debate, lo que hizo esta dupla fue explicitar que el triunfo había correspondido al Rechazo y no al Apruebo, por lo que exigen mayor protagonismo.
En tal sentido, Morales cree que "más que retrasar significativamente el proceso constitucional, lo hace un poco más complejo, debido al ingreso de nuevos actores a la mesa. A la larga, puede que esto facilite el apoyo del acuerdo cuando se vote en el Congreso. Esta dupla tiene fuerza en el Legislativo y eso lo entendió de inmediato el presidente de la Cámara, que tuvo una postura aperturista. En consecuencia, tendremos un proceso que probablemente se retrase, pero que a lo mejor concluye con un resultado de consenso y de expedita tramitación en el Congreso".
Ahora, y respecto a la decisión que gatilló la polémica, que fue precisamente la conformación de este "grupo de los ocho" para que encabezara la discusión sobre las bases constitucionales, y que no consideró a representantes de las bancadas independientes, fue una iniciativa del presidente del Senado, Álvaro Elizalde, que tuvo como propósito avanzar más rápido en las conversaciones, entendiendo que –tal como detallan participantes de dicho espacio– "el grupo negociador inicial era una especie de comedor de colegio, con decenas de personas y era muy difícil avanzar".
Finalmente, y después del remezón que generó el anuncio de la instauración de una mesa paralela de diálogo, la situación se complejiza, y este jueves el edificio del Congreso Nacional en Santiago acogerá las dos reuniones, en que a la misma hora tratarán de imponer sus términos en torno a la discusión por una nueva Constitución, que podría alargar su trámite. El primer traspié lo resistió la instancia bilateral entre oposición, oficialismo y DC, que este miércoles no logró arribar a un acuerdo para la firma de un documento sobre las bases institucionales de la nueva propuesta. Las próximas semanas serán decisivas.