NUNCA HACE MAL UN POCO DE HISTORIA

Rubén Ascencio – Ex Dirigente estudiantil UTE -  18 agosto 2024

La 2ª Guerra Mundial (1939-1945), con sus campos de batalla principalmente ubicados en Europa y Asia, también el norte de África, deja a estos dos primeros continentes destruidos por los bombardeos, las batallas y algunas decisiones políticas como la de “tierra quemada”, etc. Cuando, después del 3 de febrero de 1943, la Wehrmacht de la Alemania nazi y sus aliados del Eje es detenida por el Ejército Rojo al término de la batalla de Stalingrado, y comienzan a ser empujados de regreso hasta el mismo Berlín, se comienza a visualizar el fin de esta conflagración. A mediados del año siguiente, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, cita a una conferencia internacional en la que participan 44 países en Bretton Woods, localidad ubicada en este mismo país, con el fin de establecer acuerdos económicos mundiales que les permitiera liderar a este país el comercio y las ganancias asociadas en todo el mundo usando el dólar.

En aquellos momentos, la industria bélica de EE. UU. se enriquecía vendiendo armas a los aliados y la manufacturera por su lado estaba intacta. Se presagiaba que, al fin de la guerra, en las zonas afectadas, los soldados volverían a buscar sus puestos de trabajo que en la gran mayoría de los casos ya no existía y este hecho generaría una depresión económica mundial. Por lo tanto, EE. UU. propone por un lado la creación del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y en paralelo usar el dólar como moneda de referencia internacional, asociado al patrón oro con un valor de cambio de 35 dólares por onza (1 onza = 28,34952 gramos) y que los demás países debían adaptarse a este valor; y se concedió el cambio de dólares por oro a este precio sin restricciones de ningún tipo. Así el dólar ganó su estatus a nivel global. Con las consiguientes ganancias de la Reserva Federal del país del norte, que es quien emite (fabrica) los dólares.

Por los años 60, algunos países europeos comenzaron a sospechar que la cantidad de dólares que circulaban por el mundo no tenían el respaldo suficiente en oro, es decir, en los mercados había más dólares que oro en las reservas de los EE. UU. Ante lo cual, Francia en primer lugar fue con sus dólares a cambiarlos por oro a Norteamérica, lo que generó que otros siguieran el ejemplo y colocó a los norteamericanos en una situación económica incómoda. Con el fin de revertir la relación oro-dólar, presiones más, presiones menos, en junio de 1974 se firma el acuerdo entre el gobierno de Norteamérica, con Richard Nixon y su ejército, y el rey Feisal de Arabia Saudita y su petróleo (y el de los países de la OPEP), que consistía en que, todo el crudo producido se comerciaría en dólares a cambio de protección (por favor evitar suspicacias y tratar de no recordar a Al Capone). Así, desaparece el respaldo en oro, mueren los acuerdos de Bretton Woods y nacen los petrodólares, todo en un mismo acto. Este acuerdo se firma por 50 años. Por lo tanto, debiera renovarse o descartarse el año 2024.

Hubo, durante el período recién señalado, intentos unilaterales de países petroleros que, con las grandes cantidades de dinero acumulado en bonos estadounidenses, que estaban obligados a comprar, que quisieron comerciar su petróleo en sus respectivas monedas. Se acabó la “protección”, operó el poder militar del país del norte y fueron destruidos, sin importar si sus gobernantes eran amigos o enemigos de los EE. UU. Hablamos de Irak con su “loco dictador” Saddam Hussein y sus “armas de destrucción masiva”, y Libia con su también “loco dictador” Omar Khadaffi. Es el destino de los países que se desalinean o se rebelan a la “protección”.

Justo a la mitad del período señalado, se desalineó otro país petrolero, esta vez en el norte de América del Sur, Venezuela, en 1999 asume la presidencia Hugo Chávez, a quien se le aplicó la receta: (“se planificó la caída de su gobierno, incluido el estrangulamiento económico, el sabotaje diplomático, el desorden social, crear el pánico en la población, para que al ser sobrepasado el gobierno, las fuerza Armadas fueran impulsadas a quebrar el régimen democrático e imponer una dictadura”) este paréntesis, que es real, corresponde al discurso en el que Salvador Allende denuncia los planes de la ITT, según documento fechado en Chile en octubre de 1971; y, en el que no se nota la mínima diferencia entre las intentonas golpistas yanquis contra Allende que contra el proceso venezolano, situación que para estos últimos, se mantiene hasta el día de hoy. Es necesario recordar que esto es sólo una constatación de hechos, no una opinión.

Hace un par de años, un ministro de Arabia Saudita, comentó en una conferencia internacional que “ya era hora de que los países comerciaran sus productos en sus propias monedas”, golpe bajo al imperio y al respaldo del dólar. Y, en junio de este año, 2024, el acuerdo que respaldaba los dólares con petróleo NO SE RENOVÓ, con lo cual el respaldo de la moneda de referencia mundial se acabó y pasan a ser solamente respaldados por la máquina militar de los Estados Unidos.

Previendo este complicado momento para la economía estadounidense, este país toma la decisión de fortalecer su comercio petrolero, de gas, crudo, derivados, etc. porque necesita con urgencia y desesperación dominar estos mercados, aumentar sus reservas y dominar países productores, así se explican la guerra de Ucrania, planificada con mucha antelación, según documentos de la organización Rank, que la describe antes de que suceda, la necesidad del copamiento del mercado de la energía en Europa que era abastecida por Rusia a través de Gasprom, empresa estatal; la sumisión de este continente a los precios nuevos impuestos, que han pasado de 15 a 300 euros por unidad energética, lo que está dejando fuera de competencia económica a la gran industria europea, también explica el primer intento de Biden de levantar sanciones a Venezuela para el comercio de su crudo y el intento de tomar bajo su control el gobierno, con un agente de la CIA como candidato.

El proceso político que se lleva a cabo en Venezuela, es un tema de los venezolanos, y que debe ser resuelto por ellos y para ellos, el resto es injerencia extranjera. No puede alguien pararse desde la ignorancia, desde el desconocimiento de cómo son los procesos electorales en otros países creyendo absurdamente que son iguales en todo el mundo. No eligen igual los chilenos que los argentinos, los estadounidenses, los ingleses, o los italianos, o los cubanos, tengamos la opinión que tengamos; en algunos casos los ciudadanos votan directamente a un nombre; en otros casos eligen un consejo electoral o de representantes, que nadie sabe quiénes son y no le deben cuentas a nadie; en otros casos son elegidos en el parlamento, algunos tienen reelecciones otros no; etc. Tampoco es ético pararse en los Emiratos o países donde aún persisten monarquías absolutas, con diferencias de género brutales, relaciones de trabajo que rayan en la esclavitud, a dar lecciones de democracia.

Según quienes conocen el sistema electoral venezolano, dicen que las actas son las que emiten las máquinas, y que en cada movimiento se hacen actas que son firmadas y transmitidas electrónicamente a los partidos participantes, por lo tanto, sería falso eso de que los partidos no tienen las actas, sólo tendrían la dificultad propia de la demora en juntarlas. Juntamente con eso, la declaración primera de la señora Machado de que tenían sólo un tercio de las actas demuestra dos mentiras, una es la no tenencia de las actas, y la segunda es la de ser una mayoría activa, porque si así fuera, debiera tener por lo menos el 50 más uno de las actas, y no ha sido así.

Conclusión al día de hoy, es que el imperio está herido y corre el riesgo de perder su hegemonía mundial y, cualquiera que tenga petróleo o gas corre el riesgo de ser atacado por todos los medios. La alternativa a los posibles ataques del gobernador del mundo es asociarse a los BRICS, que ya representan a más de la mitad de la humanidad. De sus integrantes, sólo China produce más que el G7 en su conjunto

Rubén Ascencio - Actualmente Tesorero de la Corporacion Solidaria UTE-USACH