¿EN QUE PAIS VIVIMOS ?

Equipo del Diario UTE.NOTICIAS – 30-12-2024

Concluye 2024. Nuestro país sufre una arremetida de la derecha, en especial de la más reaccionaria, esa que no tiene límite ni fronteras para mentir, para atacar, para tergiversar la realidad. Quienes vivimos épocas antiguas hoy nos asombramos de la falta de cultura, de conocimientos, de historia de nuestro país por parte de quienes hoy nos representan en el congreso y otras autoridades. Que pena ver la mediocridad de diputados y senadores. Claro que hay excepciones en todos los sectores políticos, pero son lo menos.

Hoy estamos separados al menos por tres  frentes: de una parte están quienes quieren seguir manteniendo el modelo de privilegios a los más poderosos, para seguir haciendo fortuna a costa de los trabajadores; de otra, un frente bastante más  débil, que aun cree que es posible un mundo mejor; y, en una tercera posición, se encuentra una enorme masa de desilusionados por el comportamiento de los partidos políticos tradicionales que pareciera estar dispuesta a dar su apoyo a quién logre interpretar los anhelos más básicos de la población, sin importan su color político..

Quedan pocas personas que parecieran entender realmente como hacer política, así cómo lograr los objetivos que se proponen. Asusta la carencia de ideología, de principios, lo que se aprecia en la notable falta de consecuencia del actuar del mundo político. Cómo testimonio de ello baste enumerar los problemas pendientes desde la gloriosa gesta del estallido social, o la cantidad de elementos prometidos por el programa de Gobierno que permanecerán en nuestra historia solo como vanas y fútiles promesas.

Los medios de comunicación están en manos de la derecha, del poder financiero, quienes tienen los recursos para hacer propagandas mentirosas, como ha sido el deplorable ejemplo de la propaganda realizada por las AFP; los matinales y la televisión solo tienen dos orientaciones, el crimen y la delincuencia, para atemorizar a la población, llenando las pantallas de las banalidades del mundo estéril, sin  entregar ninguna información seria que pueda ser analizada como una necesidad de cada persona que ve la televisión.

No hay espacio para la prensa independiente. Los que subsisten, lo hacen gracias al apoyo desinteresado de personas que entregan su esfuerzo a tratar de poner una nota distinta a la comunicación.

Tampoco hay espacio para la organización social y la movilización ciudadana, de masas. Con responsabilidad de parte de todos los partidos políticos, incluso de aquellos que decían representar los intereses de los asalariados, se ha dejado de lado la participación de los asalariados y demás trabajadores, de los estudiantes, de los pobladores, en todas las grandes decisiones que afectan a la población. El temor a la participación de los trabajadores en organismos sindicales, y por eso se opta por evitarlos, por engañarlos, por confundirlos.

La gran experiencia del movimiento social de 2019 mostró que el pueblo, representado por jóvenes, asalariados y demás trabajadores, amas de casa, profesionales, estableció cuales eran las grandes demandas ciudadanas. Fue tal su fuerza, que se logró poner de rodillas al régimen neoliberal que, asustado, buscó una salida política, recurriendo al contubernio de la derecha y otros sectores defensores del modelo neoliberal, para evitar el colapso.

Las fuerzas de izquierda no fuimos capaces de consolidar la presencia del mundo laboral, nos faltó ordenan las prioridades, no logramos disponer de una real conducción política que, sin dejar de lado los intereses de los asalariados y demás trabajadores, lograra alcanzar una adecuada organización del movimiento social. Y eso fue  nuestra muerte. Los excesos, las provocaciones, las acciones violentas, empujadas también por el régimen de represión, causaron temor en la población, y los medios se dedicaron a desprestigiar el movimiento social, poniendo el acento en su peligrosidad y la amenaza que representaba para el orden social establecido.  Y todo esto acompañado por el discurso permanente de los medios de comunicación, casi en su totalidad controlados por los grupos económicos.

“No fueron 30 pesos, fueron 30 años “. Esta frase que removió la conciencia nacional durante los días del Estallido Social, por reflejar la contenida angustia de una sociedad que esperaba por cambios que nunca llegaron, poco a poco se fue diluyendo en acuerdos teóricamente transversales, entre fuerzas políticas que solo lograron dar un salvavidas a un modelo político y económico que no escatimo esfuerzos para recuperar su poder, adormeciendo la conciencia de la ciudadanía, con “circo “ para el pueblo.

Una de las demandas de las movilizaciones sociales del 2019, si bien no la que ocupaba el primer lugar, era la necesidad de adoptar una nueva constitución, que permitiera realizar los necesarios cambios en la sociedad. Luego del plebiscito que materializó esta demanda de la población, se abrieron posibilidades de crear un sistema que permitiera realizar cambios. Sin embargo, la falta de experiencia política, la falta de principios reales, dio motivo a que se pretendiera hacer un cambio tan radical, que los poderosos no podían permitir. La desinformación y la mentira, utilizados como instrumento de dominio de la conciencia popular, dieron resultado, logrando el rechazo de la primera propuesta de nueva constitución. Esto era previsible.

Luego vino una segunda vuelta, ahora caracterizada por el triunfo de la derecha y la extrema derecha (republicanos) en procesos eleccionarios. Envalentonados por los resultados en las urnas, se dedicaron hacer una Constitución de acuerdo a sus intereses. Afortunadamente, también esta propuesta fue rechazada.

Si bien la derecha no logró imponer su proyecto, si tuvo una victoria mayúscula: logró preservar la Constitución del dictador Pinochet, justo aquello que la ciudadanía había mandatado cambiar. Que paradoja, la vida siempre da vueltas, decía mi abuelita .

De ahí hasta ahora, la derecha ha tenido acorralado al Gobierno, ha dictado sus propias pautas, logrando eliminar o diluir las grandes metas que se planteaba el programa de Gobierno que llevó a Gabriel Boric a la Presidencia de la nación.

Ni sal, ni agua, nada que toque sus intereses, ni reforma tributaria, ni reforma educacional, ni reforma en la salud, ni reforma de pensiones. Una prepotencia llena de dramatismo que ha sacudido a la población. No más presupuesto, nada que vaya a lo social. La derecha ha dejado de manifiesto todas las formas por las cuales ha buscado el fracaso de las metas planteadas, y ante las cuales el Gobierno no ha tenido capacidad alguna de reacción.

Baste solo mirar lo que en estos días ocurre con la discusión en torno a la reforma del sistema de pensiones. Nadie duda de la dramática situación que viven los jubilados. Pero, al parecer, en el mundo de los partidos políticos a nadie le interesa, Y la verdad es que no tendría por qué interesarles, dado el desapego que muestran de las necesidades de la población. Ellos, los políticos, parlamentarios, altos funcionarios de gobierno, los alcaldes (que además se apropian de los recursos municipales) no jubilan con pensiones miserables. Ellos si se han asegurado de disponer de remuneraciones que les permiten acceder a buenas pensiones.

Así es la vida que enfrentamos los chilenos.

Los desafíos son muy grandes. Resta solo un año del gobierno del Presidente Boric. La verdad es que ya no esperamos que logre abandonar su estado de rodillas ante la presión de la derecha, ni menos que logre sacar fuerte la voz, para no solo para identificar a los que no quieren reformas, sino también para defender lo mínimo de los intereses ciudadanos. Y, ciertamente, no lo logrará si continúa ampliando las prebendas para las grandes empresas, y castigando a las grandes masas de asalariados.

En los breves meses que restan del actual gobierno, esperamos que a lo menos logre frenar el brutal avance de la derecha. En estas condiciones de fracaso, una victoria significativa sería retirar el actual proyecto de reforma tributaria que, en su actual forma, solo contribuirá a aumentar la amarga situación del mundo laboral.

Si revisamos los editoriales de nuestro diario en los dos últimos años, veremos con gran pesar que el actual Gobierno y los partidos que lo apoyan fueron incapaces de plantear de frente al pueblo los grandes problemas que enfrentan. Atrás quedó ya la posibilidad de promover junto a la ciudadanía que vive de su salario, y de aquellos que hoy carecen de ese mismo salario, reformas estructurarles, para beneficio de las grandes mayorías. Esa gran tarea se hizo cada vez menos probable de cumplir en la medida que se abandonó la movilización social.

Por este motivo, hoy no queda otro camino más que denunciar a quienes se oponen a los cambios, defienden los intereses de las grandes empresas e imponen sus propios mezquinos intereses por encima de la mayoría ciudadana. Hoy es preciso retomar el trabajo constante, de “hormiguitas”, para reeducar a la ciudadanía para la defensa de sus derechos y en contra de las brutales desigualdades hoy reinantes. No hay otra forma para oponerse a la dictadura actual de medios de comunicaciones totalmente controlados por un reducido grupo de grandes familias económicas.

Es preciso retomar la senda de la organización y agrupación de los frentes sindicales, llamar a todos, estudiantes, jóvenes, profesionales, trabajadores, en campañas masivas, tanto en la calle como en las redes sociales. Se trata no solo de reagrupar al mundo del trabajo en la lucha por sus derechos, sino también en la reestructuración de las demandas políticas de la ciudadanía. Todo ello requiere de organización. ¿pero seremos capaces?

Será difícil, pero la historia no nos liberará de esa responsabilidad, de al menos intentarlo. Si no lo hacemos hoy, otros retomarán estas demandas el día de mañana. Su abandono solo significará la extinción de las fuerzas políticas que han traicionado sus propios principios.

La experiencia del 2019 esta cercana, cuando enormes masas ciudadanas se negaron a reconocer al sistema político establecido.

Amigos lectores, el cuerpo del Diario, agradece la participación en la lectura de nuestras informaciones, que pretenden entregar datos y opiniones de quienes aún levantan cabeza, contra el imperio de las comunicaciones. Para ser un intento de diario nos sentimos sumamente contentos y orgullosos de la cantidad de visitas, más de 135.000 en dos años.

Gracias, los invitamos a opinar, a ayudarnos a ser mejor, a servir fielmente con la información verdadera, de interés, de calidad, que realmente entregue orientación para donde van nuestro país y el mundo

EQUIPO DEL DIARIO : UTE-NOTICIAS

CORPORACION SOLIDARIA UTE-USACH