By El Clarín de Chile 26 agosto, 2025
El candidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast, anunció este lunes la incorporación del economista Bernardo Fontaine a su comando. Se trata de un fichaje que no deja indiferente: Fontaine, exconstituyente y uno de los voceros más visibles del movimiento “Con mi plata no”, es reconocido por su férrea defensa de las AFP y del modelo de capitalización individual, incluso a costa de mantener pensiones de miseria para millones de trabajadores chilenos.
El anuncio de Kast
A través de un video en sus redes sociales, Kast dio la bienvenida al economista, celebrando su ingreso como parte de la planificación de los primeros días de un eventual gobierno republicano. “Chile no puede esperar. Los chilenos no pueden seguir atrapados en la inercia de un Estado que contempla, pero no actúa (…). Bienvenido Bernardo Fontaine”, señaló el abanderado.
En la grabación, Fontaine se muestra entusiasta: asegura que ya está trabajando con el equipo de Kast y promete que “el cambio se sienta desde el día uno”. Entre sus prioridades menciona “recuperar los barrios, terminar con los abusos del Estado y hacer que la economía despegue”. Su discurso no es nuevo: reproduce la narrativa del Rechazo en 2022, cuando se convirtió en una de las caras visibles de la oposición al proceso constituyente.
El arquitecto del “Con mi plata no”
El nombre de Fontaine quedó marcado en la política chilena por su rol en la Convención Constitucional de 2021-2022, donde fue uno de los representantes más activos de la derecha económica. Desde ese espacio lideró la campaña “Con mi plata no”, un movimiento que afirmaba que el Estado pretendía expropiar los ahorros previsionales de los trabajadores.
La iniciativa, que llegó como norma popular a la Convención tras superar el piso de las 10 mil firmas, instaló un clima de miedo y desinformación. Lo que se buscaba no era proteger los fondos de los afiliados, sino asegurar la continuidad del negocio de las AFP y blindar un sistema que ha favorecido históricamente a grandes grupos económicos.
Con un discurso cargado de alarmismo y medias verdades, Fontaine defendió con éxito los intereses de las administradoras privadas, contribuyendo a debilitar las propuestas de transformación profunda del sistema de pensiones. Su papel, más que el de un defensor ciudadano, fue el de un lobbista de las AFP vestido con el traje de “superhéroe” de los trabajadores.
Lo que significa su llegada al comando de Kast
El fichaje de Fontaine por parte de Kast revela la orientación que tendrá un eventual gobierno republicano en materia económica y social: reforzar las estructuras del modelo neoliberal y resistir cualquier intento de reforma al sistema previsional. En otras palabras, proteger a las AFP y perpetuar un esquema que entrega pensiones indignas a la mayoría, mientras asegura ganancias millonarias para un puñado de actores financieros.
El economista, al igual que Kast, no propone un cambio estructural, sino más bien una consolidación de los privilegios existentes. Bajo el lenguaje de “recuperar los barrios” o “terminar con los abusos del Estado” se esconde la intención de seguir debilitando lo público y de transferir más poder a los privados.
Un mensaje preocupante para los trabajadores
La llegada de Fontaine al círculo íntimo de Kast no es una buena noticia para los trabajadores ni para los jubilados. Significa que, de triunfar la candidatura republicana, las pensiones seguirán siendo bajas, la desigualdad se profundizará y el Estado continuará relegado a un rol secundario.
Kast presenta a Fontaine como un refuerzo de experiencia y claridad técnica. Pero lo que realmente representa es la defensa intransigente de un sistema fracasado, que condena a millones de chilenos a vivir sus últimos años con pensiones de miseria.
El “superhéroe de las AFP”, como lo bautizaron irónicamente sus críticos, vuelve a escena de la mano de Kast, prometiendo cambios que no son otra cosa que más de lo mismo: negocios privados sobre derechos sociales, privilegios para pocos y precariedad para la mayoría.
En un país que exige transformaciones reales y un sistema previsional justo y solidario, la incorporación de Bernardo Fontaine al equipo republicano solo confirma la orientación de un proyecto que apuesta por el retroceso. Ese es el verdadero “cambio” que ofrecen.
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