By El Clarín de Chile 1 noviembre, 2025
A dos semanas de las elecciones presidenciales, las últimas encuestas publicadas antes del “blackout” legal confirman el liderazgo de Jeannette Jara, pero también evidencian una derecha tensionada, sin hegemonía y con tres candidaturas en pugna por el mismo electorado.
El conjunto de sondeos —Data Influye, Black&White, Criteria y La Cosa Nostra— dibuja un cuadro coincidente: la exministra de Trabajo mantiene el primer lugar en todos los estudios, mientras José Antonio Kast retrocede, Johannes Kaiser crece y Evelyn Matthei resiste en un segundo pelotón.
Jara al frente en todas las mediciones
Según Data Influye, Jara lidera con 27% de las preferencias, seguida por Kast con 20%, Kaiser con 13% y Matthei con 11%.
En la encuesta de Black&White, la candidata del oficialismo amplía la ventaja y alcanza un 30%, mientras Kast aparece con 23%, Kaiser con 20% y Matthei con 17%.
Criteria también confirma la tendencia: Jara (27%), Kast (23%), Kaiser (15%) y Matthei (14%).
Y el estudio de La Cosa Nostra —el más reciente y con mayor profundidad cualitativa— eleva a Jara hasta el 33,5%, situando a Kaiser y Matthei en empate técnico (19,3%), y relegando a Kast al 17,7%.
En conjunto, los sondeos marcan una consolidación del bloque progresista en torno a Jara, pero con diferencias estrechas y volátiles entre los aspirantes de derecha, que se reparten el voto conservador sin un liderazgo claro.
La derecha sin centro y sin mando
La foto final antes del blackout deja un hecho político mayor: Kast ya no lidera la derecha. Su retroceso, visible desde septiembre, responde tanto al desgaste de su discurso autoritario como al surgimiento de Kaiser, que canaliza el voto duro con un tono más joven, digital y provocador.
Mientras tanto, Matthei mantiene su piso histórico, apelando al votante más tradicional, pero sin capacidad para crecer hacia los extremos ni hacia el centro. La dispersión entre estos tres polos —el republicano, el liberal y el conservador clásico— fragmenta al bloque opositor y reduce sus posibilidades de enfrentar con cohesión al oficialismo.
En ese contexto, Jara se beneficia del desorden rival, pero su desafío sigue siendo ampliar su base más allá del electorado progresista y del apoyo a la gestión de Boric, que se mantiene estable pero minoritario.
El límite de Jara: las segundas vueltas
Aun cuando lidera con holgura en la primera vuelta, Jara no logra imponerse en ningún escenario de balotaje frente a las principales figuras de la derecha.
Según Black&White, Kast vencería a Jara por 55% a 45%, mientras Matthei lo haría por 53% a 47%. Los resultados de Criteria y La Cosa Nostra apuntan en la misma dirección: Jara cae frente a Kast, Matthei y Kaiser, aunque lograría un triunfo sobre Franco Parisi, candidato del PDG.
El techo de la candidata oficialista parece estar en su dificultad para atraer voto independiente y moderado, un segmento que sigue inclinándose hacia la derecha incluso en contextos de polarización.
Un escenario abierto antes del silencio
Con estas cifras, el país entra en el periodo de blackout electoral —quince días sin encuestas— con una certeza y varias incógnitas.
La certeza: Jeannette Jara encabeza todas las mediciones y llega primera a la línea de largada.
Las incógnitas: cuánto peso real tendrá la dispersión de la derecha, si el voto femenino y popular se movilizará como en 2021, y si el clima de desafección y apatía podrá romperse en la recta final.
En el tablero electoral chileno, nada está cerrado. Pero si algo muestra este cierre de ciclo de encuestas, es que la derecha dejó de ser un bloque y que el liderazgo de Jara, aunque firme, aún no garantiza la victoria.
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